GENTE DEL ARTE

Natalio Jorge Povarché

Los galeristas y marchands que apuestan a su validez como lenguaje plástico asequible a los públicos más amplios realizan una labor de difusión y de persuasión muy importante.
Apuestan a un futuro, ya que el crecimiento del mercado de arte permitirá un desarrollo más sostenido del arte latinoamericano, restimulando a la creatividad de los artistas.
Por eso hemos recogido su opinión.
GENTE DEL ARTE

Para que el arte de América Latina crezca y se desarrolle hace falta una conjunción de factores -museos, coleccionistas, instituciones públicas y privadas, crí­ticos de arte especializados, profesores universitarios, periodistas especializados, galeristas y marchands, y polí­ticas públicas y privadas- que contribuyan para lograrlo.
Es una cuestión de actitud y de aptitud. El aporte de los crí­ticos y de la comunidad académica permite establecer un sistema de valores, hacer públicas pautas que los pongan en evidencia; tener en cuenta los procesos históricos y los ví­nculos universalistas. El arte es universal pero, al mismo tiempo, se nutre de las particularidades de cada pueblo o región. El arte latinoamericano ha logrado superar la época en la que únicamente se lo consideraba por su rareza o particularidad. Hoy participa de los estilos internacionales y se suma a procesos más amplios del mundo del arte, sin dejar de lado sus aspectos originales, que son los que lo distinguen.
Los galeristas y marchands que apuestan a su validez como lenguaje plástico asequible a los públicos más amplios realizan una labor de difusión y de persuasión muy importante.
Apuestan a un futuro, ya que el crecimiento del mercado de arte permitirá un desarrollo más sostenido del arte latinoamericano, restimulando a la creatividad de los artistas.
Por eso hemos recogido su opinión.

El arte ¿está globalizado?

¿Cree usted en la globalización del arte?

¿Cómo puedo interpretar esta pregunta que tiene tantas lecturas? Pero intentando lo que podrí­a ser una respuesta, yo dirí­a que el arte siempre estuvo globalizado. Porque siempre se produjo en el mismo planeta, los autores viví­an en lugares alejados entre sí­, utilizaban diferentes idiomas, tení­an diferentes formas de vida, diferentes culturas, y de pronto aparecí­a un movimiento que representaba una estética nueva y aparecí­an coincidencias en todo el mundo simultáneamente. Y además, cuando dejaban de tener vigencia desaparecí­an al mismo tiempo.

¿Considera usted que sigue vigente la pintura?

En los años sesenta, coincidiendo con el fuerte movimiento que produjo el Instituto Di Tella, recuerdo que salió en la tapa de una revista, que me parece era Primera Plana, un caballete manchado de pintura como todos los caballetes que comparten desde su inmovilidad los goces y fracasos de los artistas, con un tí­tulo que decí­a "La pintura ha muerto", firmado por Jorge Romero Brest, justamente para entonces director del Instituto Di Tella.

De este tema se hizo eco un programa de televisión donde estuvimos Romero Brest, dos artistas y yo.

Mi respuesta de entonces fue: mientras exista el hombre, nunca morirá la pintura.

¿Usted qué opina al respecto?

¿Qué lugar ocupa hoy el arte latinoamericano en el mundo?

El arte latinoamericano va a ser la estrella en el futuro, porque está sustentado por una cultura no desarrollada aún, y porque además en su desarrollo se va a descubrir definitivamente la originalidad del mismo.