SERENE OBSESSION
Haim Chanin Fine Arts, New Cork
Por
Fernández Almendras, Alejandro
El trabajo laborioso, la repetición de una acción, el proceso, la experimentación con los materiales y una excesiva atención a los detalles orientan la obra de los artistas reunidos en Serene Obsession. Para esta exhibición, Edith Derdyk creó una seductora instalación de hilos negros con principio y fin en una esquina de la galería, a la manera de un dibujo tridimensional. Máximo González y Maggie Cardelus compartieron una minuciosa forma de trabajo, el primero con una instalación en la pared hecha con billetes fuera de circulación, los cuales recortó hasta crear minúsculos paisajes de narrativa divertida. Cardelus toma fotografías y, con sumo cuidado, las disecciona hasta convertirlas en superficies tipo bordado o cuadrícula. Virginia Katz, que suele diseñar sistemas cartográficos o sismológicos para capturar y dejar registro de experiencias intangibles o fenómenos naturales, presentó un gran rollo de papel sobre el que quedaron impresos ciclos de mareas. Seth Kaufman mostró dos acumulaciones de lascas de pintura seca que sorprenden por su fragilidad y ensamblaje preciso, mientras que Eduardo Santiere rasgó superficies de papel de algodón hasta crear sutiles topografías o microcosmos. En una aproximación distinta para crear alegorías de paisajes, Robert Bowen transformó digitalmente textos clásicos como Moby Dick y Alicia en el País de las Maravillas. Ariadna Capasso también dejó implícito el uso de texto en sus libros realizados en técnica mixta, y que representan la reacción de la artista a la violencia de la guerra. Uno de ellos, El Herido, está basado en un poema de Miguel Hernández, escrito durante la guerra civil española. A través de la repetición y la acumulación de una forma simple, Alejandra Villasmil creó un extenso relieve que remite a formaciones corales o rocosas, patrones orgánicos que crea la naturaleza. |