FIAC 2005

Porte de Versailles, Paris

Por Avena, Patricia
FIAC 2005
Dos ferias de arte contemporáneo a dos semanas de intervalo. ¿Cuál elegir? La bella parisina treintañera o la joven y airosa londinense? Las dos, dirán sin titubear los maratonistas de ferias. En realidad, ambas no se asemejan en nada. Mientras que la Frieze se abre al resto del mundo, recibiendo tres veces más galerí­as alemanas y americanas donde la "tendence" y los jóvenes artistas osados reinan soberanos; la FIAC, más histórica y al mismo tiempo más densa y rica, conserva una fuerte dominación franco / belga.
Sin embargo, no se ha visto ninguna revolución este año en la FIAC. El giro de 180ª que la colocó nuevamente en la escena internacional tuvo lugar en la edición del 2004, con la acogida entusiasta de las secciones Future Quake y Design. Reafirmando los puntos fuertes de su identidad, el sentido del equilibrio y la "touche franí§aise", FIAC presentó 220 galerí­as de 27 paí­ses y más de 3000 artistas, en un evento donde la calidad actual gustó y confirmó la regeneración de la feria. De los clásicos del siglo XX, a las proposiciones de jóvenes artistas, de la pintura a la performance, de Los Ángeles a La Habana, pasando por Brasil o Estambul, la FIAC se presentó como una invitación a coleccionar y descubrir.
Una feria es el lugar donde se muestran las obras más que los proyectos. En los espaciosos stands de la sala # 4, cuadros y esculturas en las formas más variadas reinaron soberanos en un espacio a la vez riguroso y acicalado, donde los grandes maestros modernos Picasso, Miró engullidos por los museos, estuvieron casi totalmente ausentes, remplazados por los de los años 80 o más aún por aquellos de los años 1990- 2000. Si cada año se observa una disminución considerable de las galerí­as latinoamericanas, sólo dos este año - galerí­a Millan Antonio, Brasil y galerí­a La Habana, Cuba- no es el mismo caso de los artistas latinoamericanos, ampliamente presentes en las galerí­as europeas. Denise René, Parí­s permitió apreciar a Soto, Le Parc, Cruz Diez-; Cardi & Co, Milán, a Guillermo Kuitca y Vik Muniz-, Thessa Herold, Parí­s, presentó a Pancho Quilici y Agustí­n Cárdenas-, JGM, Parí­s, a Miguel Rio Branco-, Lara Vincy, Parí­s, a Jonier Marin-, Daniel Templon, Parí­s, a Tunga-. Louis Carré & Cie., Parí­s, cautivó con la obra del escultor Kcho, quien tomando el vocabulario del reciclado, transmite proposiciones delicadas y poéticas, creando lugares o máquinas improbables donde el remo y la barca, sí­mbolos de los exiliados cubanos que emigran hacia los Estados Unidos, son omnipresentes pero evitando todo énfasis.
Con los sectores Perspective y Future Quake, la FIAC rebosa de una joven creación en plena efervescencia. Al penetrar en la sala 5, una luz instalada sobre un podio negro ciega y hace difí­cil el acercamiento, produciendo una sensación de malestar. Es verdad que el artista noruego Bí¸rre Sí¦thre es aficionado a los efectos de contraste que pueda generar en el espectador; su obra Solo Show es sorprendente y sumerge en un universo donde la inestabilidad de referencias se transforma en algo crónico. Enfrente y de una estética completamente diferente, las placas rústicas de madera de La Tour, de Jean Kopp, forman una construcción que atrae al paseante llevándolo a la cima, donde se encuentra con un gallinero repleto de gallinas, que despliega ante los ojos un mundo extraño y teatral. Dibujo y pintura ocupan un vasto espacio, con ciertas proposiciones a la vez atrayentes y convincentes. La obra de Roberto Diago - galerí­a La Habana, Cuba- fuertemente aplaudida por los medios franceses, no sólo seduce y compromete algo más que la vista, sino que ejerce en su capacidad de hacer pensar y reflexionar sobre la forma de vivir y el comportamiento ante la sociedad.
Más vanguardista que nunca, la FIAC 2005, con más de 83.000 visitantes- 80.000 en el 2004- mostró el arte actual en sus connotaciones más contemporáneas, sin descuidar el valor de los modernos netamente privilegiados. Durante tres noches ofreció un encuentro original en los espacios construidos especialmente en el Grand Palais, en cuya nave central los visitantes pudieron relajarse en compañí­a de obras monumentales, artistas, performances y films. Todo para satisfacer a coleccionistas y aficionados, decisión que marcó la voluntad de disipar la melancolí­a y hacer de esta 32ª edición un gran suceso. "La FIAC 2006 será aún más interesante y bella", asegura Jennifer Flay, confirmando la presencia de nuevas galerí­as, la ampliación de la superficie para los expositores y la re-utilización del Grand Palais, donde se realizará un proyecto innovador. La suite ...el año próximo.