Gustavo Acosta

Gustavo Acosta
  En la opinión de Donald Kuspit, "Gustavo Acosta no es solamente un consumado artí­fice -la realidad que nos transmite está plasmada con una minuciosidad e intensidad tales que parece más real que la realidad misma. Casi alucinatoriamente real, pero magistral para crear un cierto clima en el sentido de una verdad interior, transmitida por medio de emociones aparentemente insondables pero al mismo tiempo, profundamente sentidas. Acosta es también un brillante pintor abstracto. La perspectiva es el eje de sus obras, y la perspectiva es un método de construcción espacial enteramente abstracto. Lo que experimentamos ante un cuadro de Acosta es rigor matemático -un rigor que los torna inherentemente monumentales. Su escala interna es cósmica -así­ lo sugiere la grandiosidad del cielo, que a menudo atraviesa la escena, independientemente del carácter particular de los sitios que describen. Pero el objetivo no es simplemente elaborar un cuadro correcto del punto de vista de la perspectiva. Como un auténtico Maestro de la antigüedad, Acosta quiere poner a la perspectiva al servicio de la verdad interior -utilizar el movimiento de las lí­neas que construyen la perspectiva para construir el clima. Y lo hace con mucho ingenio.
Los cuadros de Acosta son paisajes de ausencia y silencio, a veces cargados de nostalgia, más frecuentemente de sutil ironí­a. En ellos, el espacio es el del pasado. La ilusoria grandeza del pasado y del futuro converge en el callejón sin salida que representa el horizonte de Acosta. Es allí­ donde el espejismo de grandeza que es Cuba sale y se pone junto con el sol tropical. Los cuadros de Acosta son una reflexión acerca del destino de Cuba, que se transforma en reflexión acerca del destino en general, simbolizado por la inevitabilidad del horizonte distante que nadie puede alcanzar, pero que sin embargo proyecta su hechizo utópico sobre la vida humana.
Las pinturas de Acosta constituyen, entonces, un comentario social a la vez que una provocativa declaración existencialista. Presentan el sueño del nuevo orden, que existe al final de un camino que nadie recorre y en algunos monumentos absurdos que nadie visita. El Hombre Nuevo no está a la vista: solamente se distingue la vieja arquitectura".
Su obra está representada por Elite Fine Art, de Miami, Florida.