León Noel

León Noel
  Para conocer, ver y sentir la obra de Noel León, necesario es saber que ser un metafí­sico no es ser un surrealista en la pintura. El surrealista especula en el sueño y en lo oní­rico como una otra realidad sensorial; mientras el metafí­sico construye, recrea y desconstruye la inédita realidad del ser, de su ser. Es difí­cil articular una tesis estética a partir de una formulación resueltamente metafí­sica, porque la metafisica es la exposición de la conciencia sobre la tela. Justo así­ se siente el ojo ante las pinturas de León. En sus obras sustancia los territorios más í­ntimos de la memorialidad. Sus telas admiten el sí­mbolo como una realidad propia. Traducen la metáfora interior, convirtiéndola en un acto escénico y pictórico a la vez; sin ninguna otra referencia que la especulación de la conciencia en su relación más anárquica y armónica con nuestra existencialidad, con nuestro espí­ritu, no con nuestros sueños. Noel León, Camagüeyano de origen, 1967; pisando los primeros tiempos del Tercer Milenio, se ha atrevido a pintar con el sentimiento y la inteligencia de un pensador furtivo, la gravedad de la tierra como misterio fí­sico en su relación con la materia. Pinta su propio tiempo, el tiempo del otro visto por los ojos de su ser. Transforma su identidad y nos la ofrece en forma de niño o niña, anciana, o anciano, hombre o mujer; o simplemente nos ofrece el tiempo en el reloj de su pensar el arte. En sus telas piensa la vida, su vida, o la vida de nosotros. Un metafí­sico aristócrata y arrogante, capaz de transformar el tiempo en el nombre de todos, de Dios, de los dioses, o en el simple nombre del viento. Abil Peralta Agüero.Aica