KANDINSKY 360º: “LA PROPUESTA ESTÁ ORIENTADA A PREPARAR TU VISITA, O BIEN A REVISITAR LA EXPOSICIÓN”

Por Matías Helbig, corresponsal en Europa

El Museo Guggenheim-Bilbao abre un nuevo sendero en las posibilidades de exposición. En el marco de la muestra dedicada a la obra de Vasili Vasílievich Kandinsky (Moscú, 1866 – Neuilly-sur-Seine, 1944), y como extensión de ella, la institución vasca presenta un recorrido virtual 360º de las tres salas en su página web.

Desde el museo presentan el proyecto como un complemento de la exposición física que permite a los visitantes abordar con profundidad la obra de Kandinsky y acercarla a la mayor cantidad de audiencia posible dentro del contexto sanitario que atraviesa el mundo. Esta es la primera edición de visita 360º que implementa el Guggenheim-Bilbao, pero no será la última. 

David Díaz, coordinador de sistemas de información del museo, nos cuenta los detalles del proyecto Kandinsky 360º y el trabajo que están realizando desde el Guggenheim-Bilbao con relación a las nuevas tecnologías. “En los últimos tres años hemos entendido que la transformación digital es uno de los pilares del plan estratégico del museo”, explica. “Desde entonces empezamos a implementar todo tipo de tecnologías para pensar nuevas formas de acerca las exposiciones al público. Cuando se desató la pandemia ya estábamos preparados”.

Ph: Guggenheim-Bilbao.

. ¿Hubo un trabajo conjunto entre el equipo curatorial y el equipo de desarrollo web?

Obviamente desarrollamos un primer diseño que tuvieron que validar los curadores, tanto en Nueva York como aquí en Bilbao. Además de la participación de otros departamentos del museo que han brindado la información y las audio-guías para la construcción de la visita. En ese sentido, ha sido un proyecto colaborativo en donde han intervenido varios departamentos de ambos museos. 

. ¿Por qué han decidido desarrollar por primera vez esta experiencia con la obra de Kandinsky y no con otro artista?

Es cierto que en ocasiones anteriores ya habíamos trabajado en conjunto con Google Arts & Culture en el registro de obras 360º, pero esta es la primera vez que lo aplicamos sobre una exposición completa.

En primer lugar, porque es una exposición muy potente y debíamos sacarle provecho. Si íbamos a hacerlo, mejor hacerlo con una exposición que pudiera tener mucha repercusión. En última instancia, lo que buscamos es invitar a la gente a volver al museo. Por otra parte, las obras y la disposición del espacio se prestaban muy bien a la implementación del software. Así que la decisión de tomar Kandinsky como experimento fue casi obligada.

 

Bajo la curaduría de Megan Fontanella, curadora de Arte Moderno y Procedencia del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, de donde se han traído la mayoría de las obras que constituyen la exposición, Kandinsky está concebida como un recorrido visual por la carrera del artista ruso. Vasili Kandinsky ha sido una de las grandes figuras de la pintura, y del arte en general, durante el siglo XX. Su producción artística desplazó el lenguaje pictórico hacia los márgenes de las estructuras clásicas en función de una búsqueda interior del artista. 

Las 62 obras expuestas en el Guggenheim-Bilbao forman parte de los fondos de la Solomon R. Guggenheim Foundation, ubicada en Nueva York. A lo largo de su vida, Kandinsky se vio obligado a migrar de un lugar a otro por los conflictos bélicos que amenazaban todo Europa. De Moscú viaja a Múnich, donde comienza un periodo de experimentación cromática que va de 1900 hasta 1914, año en el se ve obligado a volver a la capital rusa debido a la Primera Guerra Mundial. En la Rusia pre-revolucionaria se obsesiona con el utopismo de las vanguardias y comienza a dar forma definitiva a lo que sería su lenguaje pictórico hasta el final de su carrera: el desarrollo de un lenguaje universal.

Con la fundación de la Bauhaus, en Dessau, Walter Gropius convoca a Kandisky a formar parte del cuerpo docente, pero en 1933 el nazismo cierra la escuela y el artista ruso migra a París. Es en la capital francesa donde su obra comienza a adoptar características del surrealismo y de las ciencias naturales, sin abandonar la concepción de la Bauhaus, que sostenía que el arte posee una capacidad transformadora dentro de la sociedad.

Es a lo largo de todo ese peregrinaje que Vasili Kandisky conoce a Solomon R. Guggenheim, ya para entonces una figura fundamental del coleccionismo.  Como fruto de esta relación es que, en la actualidad, la fundación en Nueva York cuente con una colección única de la obra de Kandinsky.

 

 

 

. ¿Cuál ha sido la recepción de la exposición virtual?

Estamos trabajando en la medición del tráfico. Todavía no podemos dar un dato específico ya que la inauguración virtual es muy reciente. Sin embargo, está teniendo muchísima repercusión en las redes sociales.

En cuanto tengamos los datos concretos sabremos realmente si continuar con este tipo de iniciativas vale la pena. Yo pienso que sí, al público le está gustando mucho. 

. ¿En qué consistiría continuar con estas iniciativas?

Una de las ideas fundamentales es la posibilidad de mantener estas exposiciones de manera permanente en la web del museo. Sería maravilloso tener una sección dedicada a exposiciones anteriores que se puedan revisitar. Una suerte de archivo.

Por eso uno de los principales objetivos sería implementar esta tecnología en las exposiciones más relevantes del museo y conservarlas indefinidamente. Pero claro, eso depende también de las condiciones de préstamo de las obras y las indicaciones que el equipo curatorial da con respecto a lo que se puede y lo que no se puede hacer con obras específicas.

Otra idea que tenemos en la mira es la digitalización de la colección permanente del Guggenheim-Bilbao en un recorrido 360º y el desarrollo de recorridos exteriores del museo. Cuando hicimos el registro para lo de Kandinsky aprovechamos para desarrollar una visita virtual de la araña de Louise Bourgeois, por ejemplo.

 

Además, Díaz explica las posibilidades que este tipo de tecnologías permite a nivel interno: “Se puede generar toda una exposición de manera virtual. Digamos que el curador o la curadora está en Nueva York, por ejemplo, este podría visitarla de forma telemática sin moverse desde donde está”. Este es uno de los proyectos en los que se encuentra trabajando el departamento de IT del museo con el objetivo de ver si es viable y provechoso. Díaz no tiene dudas de que lo sea.

Por otro lado, estas nuevas formas de trabajo también permiten reducir la huella de carbono que los procesos de trabajo colaborativo entre instituciones de diversas partes del mundo supone. Sin mencionar, claro, el permanente diálogo que permite entre los agentes implicados en cada proyecto sin importar su ubicación geográfica.

   

  

. En tanto que nuevo lenguaje expositivo, ¿qué agrega la implementación de esta visita virtual a la experiencia de los visitantes?

Una visión nueva. Hay cosas que se pueden experimentar en Kandinsky 360º que en la exposición física no es posible. Con esto me refiero a la calidad de los detalles en algunas de las pinturas; las obras pueden observarse muy de cerca y en altísima resolución.

Sin embargo, la idea no es sustituir las exposiciones físicas. La propuesta está orientada a preparar tu visita, o bien a revisitar la exposición después de haber pasado por el museo.

 

. En último lugar, con la exposición en marcha, ¿qué cosas crees que son corregibles a la hora de repetir esta experiencia en futuros proyectos?

Hay poco que podamos mejorar. Estamos muy contentos con el resultado de la exposición. A lo mejor son corregibles cuestiones de iluminación, porque siempre resulta muy complejo que sea exactamente igual al de la sala, y cuestiones de integración con la web y la vista a través del móvil. Cuestiones, todas, en las que ya estamos trabajando

Pero la realidad es que nos hemos empeñado muchísimo en esta primera experiencia, y lo que nos ha tomado un mes y medio de trabajo, probablemente nos lleve la mitad en una segunda edición.