ESPACIO LANZALLAMAS: UNA ALTERNATIVA DENTRO DEL ARTE CONTEMPORÁNEO

Ubicado en el barrio de San Telmo (Carlos Calvo 637), el espacio físico de LANZALLAMAS es solamente la punta del iceberg. Lo que desde la calle aparenta ser una galería de arte emergente, es una ambiciosa plataforma de autogestión que propone introducir dentro de la escena contemporánea una red de relaciones entre artistas, curadores, residencias, galerías e instituciones culturales en todo Latinoamérica.  Creado por la curadora colombiana Jen Zapata García y el artista visual Andrés Matías Pinilla, también de Colombia, el espacio con sede en Buenos Aires (Argentina) y un equipo en Bogotá (Colombia) busca ser un medio para descentralizar la exposición y distribución de arte desde el trabajo colaborativo.

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Con las ideas claras y los pies en el suelo, Jen y Matías explican el enorme proyecto que llevan construyendo. Dentro del espacio, las obras de artistas argentinos y colombianos acaban de ser montadas para la inauguración de Las cosas que crecen, la segunda muestra que hacen en el año y que inaugura este viernes 5 de abril a las 19:00 horas. “Esta muestra colectiva está curada por Joaquín Barrera, a quien invitamos especialmente”, explica Matías. “Lo esencial de esta decisión es que él (Barrera) tiene un panorama muy amplio con respecto a artistas fuera de Buenos Aire y que no están dentro de un circuito main stream”. Básicamente, de eso se trata el espacio: una plataforma en la que se planifica, edifica y entrega proyectos a corto plazo para que artistas o curadores los lleven a cabo. “El pensamiento colectivo es realmente lo que hace a los proyectos sustentables y posibles”, remata Jen.

Concebido como una red dentro de una aldea global –en alusión a Herbert Marshall McLuhan-, LANZALLAMAS se mete en la escena contemporánea cruzando los diferentes discursos que hacen a la identidad latinoamericana. De esta forma, a través del acompañamiento o la inserción de artistas dentro de residencias y proyectos específicos, Zapata García y Pinilla visibilizan las producciones laterales y no hegemónicas de lo que es la identidad latina.  “No queremos hablar de la identidad, sino cuestionarla, ¿qué tanto se puede hablar de ella? ¿existe tal cosa?”, enfatiza la curadora colombiana.

La hoja de ruta es detallada y extensa. Todo 2019 y 2020 ya están planificados: cinco exposiciones más en San Telmo para lo que resta del año, un pop-up en Bogotá en el marco de ARTBO 2019, jornadas curatoriales en la provincia de Córdoba y en ciudad de Buenos Aires, un programa de becas internacionales para la residencia URRA Tigre… La lista es larga.

    

   

Además, LANZALLAMAS cuenta con una trastienda de obras de bajo costo a la que denominaron El Búnker. Zapata García sostiene que el objetivo final de esta iniciativa es la expansión del coleccionismo en función al contexto socioeconómico de Argentina y la mayoría de los países latinoamericanos. “Es una manera de diversificar. Para llegar a otros públicos hay que motivar la adquisición en estudiantes y curiosos con menor poder adquisitivo”, concluye Matías. En definitiva, quitar la obra de arte de una categoría de lujo a la que solo pueden acceder las elites. En la pequeña trastienda hay obras de artistas de todo el mundo como Germán Sandoval (Venezuela), Sarina Scheidegger (Suiza) y Santiago Leal (Colombia). Artistas que no representa LANZALLAMAS pero que han encontrado en el espacio un acceso a nuevos sectores.

Por último, de esta concepción colaborativa de la que nace LANZALLAMAS surge un elemento social. “Si vamos a hablar de género, de desigualdad o de sectores vulnerables, que no quede en una exhibición, sino que suceda algo”, argumenta Pinilla y agrega: “Los artistas venimos de muchas prácticas que nos permiten brindar herramientas y conocimientos a otros sectores”. Un escultor o un pintor, por dar un ejemplo sencillo, tienen la capacidad de enseñar un oficio. Con esta propuesta, Jen y Matías se ubican una vez más en el sector lateral del circuito artístico tejiendo un sistema orgánico donde las ofertas y las necesidades se encuentran: el artista con una residencia, un curador con un proyecto o un espacio de exposición, alguien que necesita con alguien que puede otorgar. Personas con personas. 

Con una mirada muy despierta y anticipativa, el espacio es una reacción muy acertada con relación a las nuevas formas del arte y su rol dentro de la sociedad. En palabras de Pinilla: “El arte contemporáneo está llegando a un lugar donde se busca constituir un pensamiento contemporáneo y no tanto de producir objetos. Cada vez más, se trata de establecer proyectos y desarrollar pensamiento con efectos públicos y sociales”.

Para saber más sobre Espacio LANZALLAMAS visitá:

@lanzallamas_  o contactarse a jen@lanzallamas.com.ar