LETICIA OBEID EN HACHE GALERÍA

En HACHE  Galería, ubicada en el barrio de Villa Crespo (Ciudad de Buenos Aires, Argentina) luego de una muestra sublime de Elena Loson, inaugura Piedra, Tijera, Papel, una exhibición individual de Leticia Oobeid con curaduría de Federico Baeza. La muestra abre el jueves 09 de agosto hasta el sábado 15 de septiembre.

Sin título, 2018.

Si bien la obra que propone Obeid para esta muestra está constituida de una serie de pinturas, Piedra, Tijera, Papel surge precisamente de un video realizado en 2017. En aquel año, una opera contemporánea dirigida por Franco Panisello hacía una performance en el auditorio principal del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en Madrid. La ópera estaba acompañada con un video de Obeid. La muestra que inaugura HACHE, justamente, es la reelaboración de aquel material audiovisual como un proceso de encuentro con la pintura.

Según la artista argentina, el trabajo explora los inicios paleontológicos como práctica amateur guiada por la inventiva pioneraen las relaciones entre la ciencia y un conjunto de oficios artesanales que aún hoy la escenifican, más ampliamente, en los modos en que hacemos inteligible mediante la inscripción escrituraria temporalidades que desbordan nuestra experiencia humana.

Con relación a la formación de Obeid como artista en la Universidad de Córdoba, Federico Baeza expresa en el texto curatorial de la muestra que sus procesos y formas de producción la distinguían del resto de los artistas de su generación. “Así, quizás sin saberlo, huía de la estridencia del gesto rotundo, dramático, tan asociado a aquellos temperamentales pintores de los años 80 con los que había estudiado en la universidad de Córdoba”, escribe Baeza al comienzo de su texto y cierra, al final, comparándolo con su trabajo actual: “ Nuevamente son hojas pequeñas, formatos convenientes que traslada y despliega con facilidad. Yo los imagino como el resultado de volver a rasgar aquellos otros dibujos de un pasado todavía fresco. Al escarbar aparecen estos otros estratos de colores más encendidos, más vívidos. Teñidos de una atmósfera cromática intensa, como la de los recuerdos infantiles que se confunden con los sueños o las alucinaciones”.