MARÍA LEGUÍZAMO Y JULIETH MORALES EN ESPACIO EL DORADO

A partir del sábado 4 de agosto, las obras de María Leguízamo –La espalda de Algo- y Julieth Morales –Kup (Hilar)- cohabitarán bajo el techo de Espacio El Dorado, en  Bogotá, Colombia. La muestra de Leguízamo cuenta con la curaduría de William Contreras Alfonso, la de Morales, por otra parte, esta curada por Jenny Díaz y Guillermo Marín.

(Piedras encontradas y Piel  Dimensiones Variables) Molloy - de la serie Piedras de Humo, María Leguízamo,  2014 - 2018

Por un lado, La espada de Algo explora el desgaste que ejerce el tiempo sobre objetos frágiles. A través del grabado, la talla en madera o el tejido, la artista Colombiana dialoga con esta degradación táctil que genera la naturaleza misma sobre los cuerpos: excavar la microscópica profundidad de una hoja de papel, unir las vísceras del cuerpo con la intemperie de la ciudad, hallar agua en medio de lo que ha sido moldeado por el fuego. En la obra de Leguízamo, la fragilidad se vuelve sinónimo de dignidad y fuerza. Asimismo, el quiebre, la grieta, las goteras y las cicatrices no son vistos como puntos débiles sino como aperturas a alternativas al sistema de organización que gobierna su vida.

Por otro lado, Kup (Hilar), la obra de Julieth Morales elabora actos de resistencia que parten de una relación de tensión con su identidad indígena. Morales es oriunda de Misak, un pueblo localizado al sur de Colombia. Por ende, esta dialéctica sobre las representaciones del cuerpo entre las comunidades indígenas, la han llevado a desarrollar un lenguaje que anuda pensamientos, lecturas, sueños y sentimientos.

Kup (Hilar) consta de performances participativas donde la artista utiliza su propio cuerpo y el de las mujeres de su propia comunidad valorizando, así, la poiesis del cuerpo femenino. En ese sentido, las obras que configuran la presente muestra dan cuenta de la manera en que Morales repara el vínculo con su territorio; apropiándose y reactivando la dimensión femenina de la cosmogonía Misak, para reivindicar la presencia de las mujeres en los escenarios comunitarios. Es entonces que la obra de Morales es una apuesta por “NA MUY PIRØ WAN WØTØTRANTRAP SRØTØPA” (recuperar la tierra para recupararlo todo).