MÁS ALLÁ: XXI BIENAL PAIZ

A casi un mes de la XXI Bienal Paiz que se realiza cada dos años en Guatemala, Gerardo Mosquera, curador general de la misma, desarrolla el concept bajo el cuál se regirá esta nueva edición de la segunda Bienal más antigua de Latinoamerica. Centrada más en la forma de proceder que en aquello que se cuestiona, Más allá –título que llevará este año la Bienal- deja a un lado los palabreríos que generan el agotamiento de un tema particular.

Ph: Cortesía Fundación Paiz

Recientemente, a través de un comunicado de prensa, Mosquera hizo circular un texto en el cual hace un recorrido histórico de la Bienal y explica, él mismo, cuáles son las novedades de esta vigésimo primera edición: 

Introducción

La Bienal Paiz no sólo tiene el mérito de ser –hasta donde sé– la sexta más antigua del mundo, después de las de Venecia (1895), Sao Paulo (1951), Liubliana (1955), Sídney (1973) y el Museo Whitney (1932/1973), en Nueva York. Es, por tanto, la segunda más antigua de América Latina. También la distingue haber conseguido celebrarse sin interrupción cada dos años a pesar de las difíciles situaciones de guerra y represión por las que ha atravesado Guatemala.

Es además notable que la Bienal Paiz ha sido capaz de ir renovándose acorde con los tiempos. El proyecto para la próxima Bienal busca continuar esa línea dinámica en pos de nuevas posibilidades, quizás más radicales, pero que estimo beneficiosas para el arte de Guatemala y la proyección de la Bienal misma.

Concepto

Esta edición de la Bienal Paiz no tendrá tema. Más bien, el tema será su propia metodología. El sentido de la Bienal no se construirá así mediante la discusión de un asunto, sino a través de un modelo de acción. Aunque los eventos y exposiciones temáticos son adecuados y fructíferos, lo cierto es que ha tenido lugar una inflación que hace proliferar cierto “tematismo” que con demasiada frecuencia queda en mero malabarismo discursivo, con escasa relación con el contenido de las muestras y programas. Este proyecto explora otro derrotero como reacción a esa tendencia, y, a la vez –y más importante– propone un modelo de bienal que me parece apropiado con la situación de Guatemala y con la evolución de la Bienal Paiz como evento vivo.

La idea es realizar una bienal más contextual e inclusiva, rizomática, descentralizada en espacio y tiempo, y más comunicativa con el público. La Bienal consistirá así en una constelación de diferentes actividades que desbordará la Ciudad de Guatemala y se realizará por todo el país, y aún más allá de sus fronteras, en colaboración con distintos espacios de artistas, instituciones, eventos y otros agentes. Esto irá también más allá de los circuitos artísticos. Precisamente, la noción de más allá será el eje de acción de la Bienal”.

 

Arte más allá

La Bienal mantendría sus espacios de exhibición habituales en el centro de la Ciudad de Guatemala. En estos lugares se exhibirán obras y tendrán lugar eventos que, de un modo u otro, irán más allá de circuitos, tradiciones, poéticas y esquemas establecidos, o abordarán temas de transgresiones, traspasos y desbordes.

Algunos ejemplos: la muestra “Vida”, del fotógrafo de guerra español Gervasio Sánchez; el video “18 días”, del artista chino Xu Zhen, que muestra su acción irónica de cruzar ilegalmente la frontera de China con juguetes teleguiados; una gran instalación del salvadoreño Simón Vega con sus “Third World Spaceships”, donde la tecnología espacial es representada con bricolaje propio de favelas; y la intervención monumental con dibujos en las paredes y artefactos lumínicos interactivos del uruguayo Ricardo Lanzarini. Junto con este arte centrípeto se presentarán piezas y documentación resultado de los proyectos urbanos y comunitarios que se enuncian más abajo.

En el Centro Cultural de España se ofrecerá también una “muestra personal” del cineasta Julio Hernández Cordón, es decir, un programa donde se proyectará y discutirá su producción cinematográfica.

 

Más allá del cubo blanco

Guatemala tiene una extraordinaria tradición de arte puertas afuera, en el espacio público, social, en comunidades, etc., que va de relieves escultóricos a murales, a performances, a acciones “artivistas”. A tenor con esta línea tan relevante en el arte en el país, la XXI Bienal será más “callejera”, entendiendo por esto la presencia fuera de los espacios auráticos. Entre los artistas que han sido invitados a contribuir en esta dirección se encuentran Gervasio Sánchez (España), Tania Bruguera (Cuba) y Bernabé Arévalo (Guatemala) en Ciudad Guatemala, y Humberto Vélez (Panamá), quien organizará un festival popular en Sumpango, protagonizado por los habitantes del pueblo a partir de tradiciones mayas y de la impresionante celebración local del día de muertos con cometas gigantes.

Como parte de estos esfuerzos, la Bienal buscará contribuir a los encomiables programas de educación, enfocados en jóvenes en situaciones vulnerables, que mantiene la Fundación Paiz bajo la dirección de Ana Castillo. En vínculo con ella, el artista puertorriqueño Jesús “Bubu” Negrón trabajará con los jóvenes del asentamiento Manuel Colom Argueta, donde la comunidad vive de reciclar material tomado del basurero contiguo. Prosiguiendo con estas conexiones “cruzadas”, más allá del estricto sector curatorial de la Bienal, el artista y pedagogo cubano René Francisco Rodríguez desarrollará, dentro del sector educativo de la Bienal curado por Esperanza de León, un proyecto en un hospital con enfermos terminales y jóvenes estudiantes de arte.

Junto con obras que actuarán fuera del cubo blanco, habrá otras que lo invadirán desde la calle. La Bienal presentará en el espacio de Casa Celeste, entrando desde la fachada, los carteles del movimiento H.I.J.O.S. que empapelan las paredes del centro de Guatemala para sus denuncias sobre los desaparecidos en el conflicto armado.

 

Más allá de la Ciudad de Guatemala

En el pasado reciente han florecido espacios auto-gestionados en distintas locaciones de Guatemala, como iniciativas de artistas y otros intelectuales en vínculo con las comunidades. En estos momentos sus programas se encuentran detenidos o en situaciones precarias, debido sobre todo a la falta de financiamiento. La Bienal estimulará estos esfuerzos apoyando propuestas en beneficio de las agendas contextuales de estos proyectos, que fueron discutidas en diálogo con los curadores y aprobadas por ellos. De este modo, no se trata de extender la Bienal más allá de la capital mediante ideas aterrizadas desde el centro en otras localidades, sino al revés, en empresas conjuntas agenciadas localmente.

Con tal fin se desarrollarán proyectos con organizaciones comunitarias en San Juan Comalapa, con Canal Cultural en San Pedro La Laguna, y la artista salvadoreña Alexia Miranda realizará un taller artístico con niños del centro Beluba Luba Furendei, en Livingston. También se organizará un seminario del profesor, teórico y activista cultural español Alberto López Cuenca, y un taller artístico de Ricardo Lanzarini.

 

Más allá de la República de Guatemala

La Bienal incluirá muestras de guatemaltecos en espacios fuera del país, en colaboración con ellos: el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (H.I.J.O.S.) y la Sala de Arte Público Siqueiros (Naufus Ramírez Figueroa), ambos en la Ciudad de México, y la Galería NG (Sandra Monterroso) en Panamá.

 

Más allá del mundo analógico

El sitio en la red de la Bienal deberá funcionar como el principal medio de comunicación del evento, y como un espacio abierto y dinámico de intercambio. Más allá, la obra de Bryan Castro (Guatemala) –no sin humor– consistirá realizar un defacement en el sitio.

 

Educación más allá

Esperanza de León, curadora de educación, desarrollará un programa con agencia propia, que no se limitará a comunicar pedagógicamente la Bienal, sino que irá más allá para generar sus propias actividades en el marco del evento. Esto se manifestaría en un mapeo de escuelas y esfuerzos pedagógicos ya existentes con los cuales se podría trabajar, y en una programación importante de talleres, charlas, encuentros y actividades educativas en general, que no serán consideradas secundarias o derivativas, sino que tendrán su propio peso. Todos los artistas extranjeros participantes que vayan a Guatemala ofrecerán charlas públicas sobre sus obras, y en algunos casos talleres, como Ricardo Lanzarini en Ciudad Guatemala y Magdalena Atria (Chile) en Rabinal.

Se procurarán esfuerzos educativos que, más que explicar las obras de arte, busquen una recepción activa y dialogante por parte del público.

 

Curaduría

Maya Juracán y Laura A. L. Wellen son curadoras de la Bienal. Aunque plenamente internacional, el evento enfocará en su entorno geográfico-cultural más próximo: América Central y México. Una buena parte de los artistas guatemaltecos fueron seleccionados mediante una convocatoria abierta. Además de ellos, la participación nacional incluirá a aquéllos –profesionales o incidentales– que tomarán parte en los proyectos comunitarios.

 

Catálogo

Se publicará un catálogo de importancia, según se acostumbra, que aparecerá después de la inauguración oficial de la Bienal, ya que deberá documentar los proyectos específicos que se realizarán. La publicación será presentada en un acto de cierre de la Bienal a mediados de septiembre.

 

Gerardo Mosquera
Curador general