CARLOS GUINZBURG EN MUNTREF: ODA A LA CONSERVACIÓN AMBIENTAL, EL ARTE Y LA CIENCIA

A 51 años de una obra que ensalzaba la comunicación y la simbiosis entre los seres vivos no humanos, la ciencia vino a sustentar y reactualizar al arte con la reversión de una exposición del reconocido artista argentino Carlos Ginzburg. El artista conceptual y teórico volvió a desembarcar en Buenos Aires con la muestra “MYCORHIZES: Los árboles se comunican entre sí a través de una ‘internet ecológica’ formada por la simbiosis raíces-hongos”. La exposición se da en el marco de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo del Sur (BIENALSUR 2021), y puede ser visitada en el MUNTREF Sede Hotel de Inmigrantes, kilómetro 0 de la bienal internacional surgida en la Universidad de Tres de Febrero y celebrada en 50 ciudades alrededor del mundo.

CARLOS GUINZBURG EN MUNTREF: ODA A LA CONSERVACIÓN AMBIENTAL, EL ARTE Y LA CIENCIA

Con curaduría de Diana Wechsler, y enmarcada en el eje curatorial Conciencia ecológica, la intervención es un homenaje a la exposición "Escultura, Follaje y Ruidos" realizada en 1970 en la Plaza Rubén Darío de la Ciudad de Buenos Aires por el Centro de Arte y Comunicación (CAyC), organización artística multidisciplinaria centrada en el concepto del “arte de sistemas” que tuvo a Ginzburg, Jorge Glusberg, Víctor Grippo, Clorindo Testa, Jacques Bedel y Luis Fernando Benedit como algunas de sus figuras principales.

 

En esa oportunidad Ginzburg presentó la acción “Red de árboles”, en la que utilizó carteles y ató varios árboles de la plaza con cintas blancas para significar poéticamente que estos podían comunicarse mediante el follaje.

 

Más de 51 años después de aquella obra, el artista vuelve sobre sus pasos para ofrecer una reversión adaptada al conocimiento científico actual en un contexto de creciente preocupación por la crisis climática y la degradación del planeta.

 

Esta reversión de la obra de Ginzburg surgió a partir de un descubrimiento reciente: existen ciertos hongos que generan vínculos simbióticos con las raíces de los árboles y a través de ellos los árboles pueden conectarse entre sí conformando una suerte de “internet ecológica”. A esas asociaciones simbióticas entre los hongos y las raíces de las plantas se las denomina micorrizas (mycorhizes, en francés).

 

Esta vez, los árboles de los jardines del MUNTREF estarán enlazados con cinta plástica impresa con la frase “MYCORHIZES BAJO TIERRA”, y cada árbol estará señalado con un cartel en el que se indica “FUTURO. BAJO TIERRA”. La instalación está realizada con materiales reciclables y contará con una obra más pequeña dentro de ella bajo el nombre “Árboles negros-Oleoductos verdes”. Este “nudo”, como lo define el artista, está compuesto por árboles secos pintados de negro y tubos de oleoductos verdes. De acuerdo a la mirada de Ginzburg, mientras los árboles van muriendo por el petróleo, los oleoductos crecen sin inconvenientes.

No es la primera vez que el artista se ocupa de estos temas en su trabajo. En el 2016 realizó una performance en el Riachuelo en donde arrojó varias tablas de madera a sus aguas tóxicas con frases como "El arte es una tabula rasa que murió en el Riachuelo", "El arte contemporáneo es una tabula rasa contaminada" o "Dark Land Art".

 

Nacido en 1946 en La Plata, Carlos Ginzburg ha desarrollado una intensa labor como artista y teórico. A lo largo de su carrera, ha trabajado con críticos de arte e historiadores, como Jorge Glusberg, Germano Celant, Pierre Restany y Severo Sarduy. Ha realizado exposiciones individuales en 3e Rue Galerie, París; Susan Conde Gallery, Nueva York; Galerie Lina Davidov, París; el I.C.C, Antwerp; el Museo J. Paul Getty, Los Ángeles; y el Museo Carrillo Gil, Ciudad de México.

Recientemente su obra ha formado parte de las exhibiciones “Memorias del subdesarrollo”, en el Museo de Arte Contemporáneo de San Diego y el Museo Jumex de Ciudad de México, y “Fotografía argentina 1850-2010: contradicción y continuidad”, en el Museo J. Paul Getty de Los Ángeles y Fundación PROA de Buenos Aires. Ha participado en exposiciones colectivas en instituciones internacionales de renombre como Fondation Cartier, Württembergischer Kunstverein, Fundación Slought, MoMA PS1, Moderna Museet y Camden Arts Center, entre otros. Su obra ha sido adquirida por el Museo J. Paul Getty, el Centre Pompidou, el Fondo Nacional de Arte Contemporáneo de París y el Museo Nacional Reina Sofía, entre otros. Ginzburg vive y trabaja en París desde 1972.

 

“MYCORHIZES: Los árboles se comunican entre sí a través de una ‘internet ecológica’ formada por la simbiosis raíces-hongos” se podrá visitar gratuitamente en el KM 0 de BIENALSUR hasta fines de diciembre, de martes a domingos entre las 11:00 y las 18:00 horas, con reserva previa a través de la aplicación móvil Museum View MUNTREF, o por correo electrónico a visitasmuntref@untref.edu.ar.

 

En el marco de la inauguración se presentó también el libro “Carlos Ginzburg. Filosofía y ready made por otros medios”, de Hugo F. Romero. Con prólogo de Horacio Zabala, la publicación hace una revisión profunda de toda la obra del artista desde 1966 hasta la actualidad, narrando también sus viajes extraordinarios.

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