Dino Bruzzone

La Fotografía como Metáfora del Movimiento

Por Sapollnik, Julio
Dino Bruzzone

Dino Bruzzone construye una obra de fuerte contemporaneidad. Tanto el proceso de investigación como el resultado final que obtiene están resueltos con absoluta originalidad. Sus imágenes provocan escozor al contemplarlas y generan una cierta sensación de incomodidad. Al remitir a lo no conocido, al no ser epí­gono de una moda, estas representaciones amplí­an las fronteras de la interpretación y estimulan la posibilidad de ingresar en una nueva aventura contemplativa.
Los trabajos de Bruzzone se ubican en las antí­podas del concepto minimalista que pretende transitar el desarrollo de la contemplación sin interferencias interpretativas, concepto que podemos resumir en la frase del artista norteamericano Frank Stella cuando dijo: Todo lo que hay que ver es lo que se ve. - What you see is what you see -. Del mismo modo, se aparta del arte conceptual porque valora la realización y el acabado de la obra por sobre el predominio de la idea. Entonces, ¿cuál es la contemporaneidad de su imagen?, ¿cuál es el acontecimiento contemplativo que propone?
Bruzzone se vale de la fotografí­a para captar una imagen instantánea sin intervención de los adelantos tecnológicos. Lo que observamos es producto de una completa elaboración manual que al igual que los pioneros de la fotografí­a que sabí­an esperar el tiempo de imprimación de la imagen, llega sin urgencias al resultado disfrutando con el tiempo que la creación le pide, como si pintara con fotografí­a.
La primera mirada sobre sus obras provoca inquietud. Hay una turbación inicial que es el fundamento para su reconstrucción. La forma se intuye después de asimilar los elementos reconocidos detrás de la alteración. Las imágenes están congeladas, incómodamente detenidas por una indefinición perturbadora; por momentos nada está en su foco, y de eso se trata. Hay una intención desestabilizadora que pareciera recurrir a la catástrofe o a la simulación de ella. Las imágenes pueden ser reconocidas porque pudieron haber afectado nuestra sensibilidad en algún momento a través de una cobertura mediática. En la obra Casa , por ejemplo, una vivienda a punto de derrumbarse remite al desastre que resulta del paso de los ciclones caribeños, las construcciones humanas quedan devastadas ante la fuerza de la Naturaleza. En otros trabajos, los edificios fotografiados parecen expandirse más allá de sus lí­mites arquitectónicos; los colores de las banderas de los clubes River Plate y Boca Juniors se agitan en una dantesca tribuna; los aviones con su diseño para un vuelo rasante son máquinas siniestras preparadas para matar.
El filósofo Walter Benjamí­n sostení­a que la fotografí­a no reproduce una realidad sino que crea una nueva. Detrás de estas sugerentes imágenes, está la realidad y su originalidad reside en crear una nueva mirada para la fotografí­a, cuya finalidad propone un pensamiento crí­tico. Para conseguirlo, Bruzzone se vale de la atracción que le provoca observar una imagen publicada sobre cualquier soporte mediático. A partir de allí­, apela a su condición de arquitecto para construir una maqueta que la reproduzca (la imagen) y luego fotografiarla. Posteriormente, con una intervención manual genera un movimiento sobre la maqueta que provoca la deformación en el instante de la toma. Estas acciones que ya fueron definidas al momento de la elaboración del boceto, tienen también prefijadas la intensidad del movimiento y la eficacia del color. Son elementos compositivos que le permiten alcanzar una resolución pictórica de la imagen final.
Durante el recorrido de su última muestra en la galerí­a Dabba-Torrejón, el visitante se sorprende cuando se traslada de la sala principal donde se exhiben los trabajos terminados, a la siguiente, en la que una diversidad de maquetas dan cuenta del origen de las imágenes observadas. Lo que antes se presentaba como la percepción de un movimiento a desentrañar, ahora se ofrece como una realidad detenida para su estudio y reflexión. Las obras realizadas como así­ también las maquetas, dialogan con facilidad con el público porque el artista no oculta su hacer.
Frente al desarrollo de la fotografí­a y de su aceptación plena como lenguaje artí­stico contemporáneo, Bruzzone propone una nueva proximidad. No aspira a hacer foco, justamente le extrae a la fotografí­a su condición de inmovilidad, de pausa, para convertirla en metáfora de movimiento.
Así­ como los fotógrafos del siglo XIX provení­an del campo de la pintura, en los albores del siglo XXI Dino Bruzzone contruye, a través de la fotografí­a, una imagen final contemporánea que provee impulso al encuentro con perdurables parámetros plásticos.

Dino Bruzzone nació en 1965 en la ciudad de Paraná, Entre Rí­os, Argentina. Es arquitecto. En su formación artí­stica se destaca su participación en el programa de becas coordinado por Guillermo Kuitca. En 1996 obtuvo el Premio Braque consistente en una beca de perfeccionamiento en la Cité Internationale des Arts, Parí­s, Francia. Ha expuesto en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Argentina; en la Galerí­a Luis Fernando Pradilla, Madrid, España; y en Kravets/Wehby Gallery, Nueva York, Estados Unidos. Representado en Argentina por la galerí­a Dabbah Torrejón.