Allora & Calzadilla

Barbara Gladstone, New York

Por Claire Breukel | mayo 29, 2015

“Hablar contigo me hace pensar que la evolución del Hombre como descendiente de los simios ni siquiera ha comenzado.”

Allora & Calzadilla

La referencia a la evolución que hace esta banda sonora es significativa, como lo es la elección de presentar dos niños cantores preadolescentes entonándola como un coro de tiples mientras recorren el espacio para sentarse, yacer y pararse sobre diez colosales losas de mármol. La letra para esta partitura fue escrita por el famoso dúo artístico Allora & Calzadilla (Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla) para la composición de Guarionex Morales-Matos que acompaña su exposición Fault Lines. La actuación de los muchachos es una pendenciera batalla de “letanía ­ respuesta” que se despliega a través de las cuatro salas de exposición de la galería Barbara Gladstone en Nueva York, a medida que atraviesan la pista de obstáculos sembrada de escalones de mármol. Más que una burla juguetona, sus palabras son ásperas y penetrantes, en alusión a un momento que oscila entre la inocencia y un instante en el que sus voces podrían quebrarse – como sucede inevitablemente con los tiples – pasando entonces de la mocedad a la adultez.

Es el momento entre estar entero y “romperse” el que constituye la base de Fault Lines. Las losas de mármol se han extraído de diversos contextos geológicos antes de ser transportadas a Italia para ser cortadas en forma de piezas angulares y crear escalones que imiten las gradas para coro que utilizarían los jóvenes intérpretes en Nueva York. Variando en color del amarillo al negro, el mármol se ha formado, a lo largo de miles de años, de impurezas que volvían a cristalizarse bajo condiciones de presión o temperatura extremas. Sin embargo, a pesar de ser vulnerables al cambio sólo durante períodos de tiempo con condiciones muy extremas, la roca ha sido extraída, desplazada, cortada y pulida, haciendo que la posibilidad de que se produzca una fisura se torne real. Por lo tanto, a pesar de la permanencia de la roca dura y la temporalidad de las dulces voces melodiosas de los jóvenes cantores, éstas tienen en común un ineludible quiebre y una realidad de impermanencia.

El tono conflictivo de la banda sonora de Allora & Calzadilla es deliberadamente angustiante, desplazando el juvenil tiple y tal vez aun provocando el proceso de su evolución hacia el momento de su quiebre. Diseñada como un experimento social, Fault Lines sugiere, por un lado, que el quebrarse es parte del ciclo de la vida y por otro lado, incita audazmente a la disonancia.