CON DOS NUEVAS EXPOSICIONES, EL MAC NITERÓI PLANTEA UN DEBATE SOBRE LA DIVERSIDAD

Desde el 11 de agosto, El Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (MAC) presenta dos exposiciones simultaneas de artistas brasileños: A vida renasce, sempre (La vida renace, siempre), exposición individual de Sonia Gomes, y Brinquedo de furar moletom (Juguete de perforar pantalones), de Jaime Lauriano. La curaduría es de Pablo León de la Barra y Raphael Fonseca.

CON DOS NUEVAS EXPOSICIONES, EL MAC NITERÓI PLANTEA UN DEBATE SOBRE LA DIVERSIDAD

Por un lado, A vida renasce, sempre presenta al público casi cuarenta obras de las últimas dos décadas de Sonia Gomes. Premiada en dos oportunidades (2012 y 2016) con el Prêmio Pipa, Gomes ocupa el saón principal del MAC con dibujos –realizados sobre papel, tejidos y madera-, intervenciones en libros, objetos domésticos y de trabajo, paños, pendientes y esculturas. De esta forma, A vida renasce, sempre hace un recorrido genuino e íntimo por sus últimos trabajos.

Las obras de Gomes, caracterizadas por sus colores, aluden a un universo íntimo ligado a la memoria familiar y a la identidad racial y cultural de la artista, además de estar relacionadas con su ciudad natal, Caetanópolis –importante centro minero de Brasil-. La “artista minera”, como la describe el comunicado del MAC,  genera un vínculo entre el espectador y el complejo entramado de la cultura tradicional brasileña transformando materiales inestables que, mediante collages y construcciones complejas, se vuelven obra.

Además –y quizá el dato más relevante de esta exposición de Gomes-, es importante saber que esta es la primera muestra individual en un museo que Sonia Gomes ha realizado en su carrera. La artista expuso por primera vez a la avanzada edad –con relación a la carrera de un artista- de 46 años y desde allí jamás se detuvo. A vida renasce, sempre, no es, solamente, una hermosa oportunidad para recorrer la obra de esta artista prolífica, sino también de escuchar el grito de una vocera de las minorías silenciadas, tal como es la de las mujeres negras en Brasil.

Por otro lado, la exposición de Jaime Luriano juego con el concepto de territorialidad desde una perspectiva colonial de Brasil (es preciso entender que Luriano ha investigado profundamente acerca de la cartografía colonial de Brasíl, así como de la violencia que allí ejercieron los portugueses). Utilizando ladrillos portugueses, el artista brasileño construyó una suerte de barricada/ observatorio del paisaje que ocupa casi tres galerías del museo que tienen vista a la Bahía de Guanabara. En la cima de lo que parece una muralla, una serie de  esculturas pequeñas realizadas en hierro utilizado como balas por la policía de Río de Janeiro representan el militarismo que cuestiona el artista: constituyen de coches de policía, tanques de guerra y aviones militares.