Radical Optimism

Josée Bienvenu. New York

Por Laura F. Gibellini

El espíritu de “Optimismo Radical” comenzaba en unas calles alrededor de la neoyorquina Josée Bienvenu. Una serie de graffitis en el pavimento nos dirigía a la entrada de la galería, a la vez que el encuentro casual con estas palabras nos infundía una paradójica sensación de optimismo. Y es que el origen de la muestra se encuentra en la particular relación entre ellas, pues... ¿se trata de términos contradictorios o por el contrario, es todo optimismo radical? Pero, es más, ¿se opone el optimismo radical a uno más moderado o incluso a un cierto pesimismo conservador? Todas estas preguntas gravitaban alrededor de las obras de los doce artistas presentes en la exposición, caracterizada por su ironía y su particular sentido del humor, apuntando a ciertas tendencias y actitudes radicalmente optimistas.

Ana Tiscornia: For the time being, 2010. Painted wood, 18.5 x 15 x 13 in. Por el momento, 2010. Masera pintada, 47x38x33cm.

Así, en la obra The Riddel (Man With Balloon) (2010) de Liliana Porter, la figurita de un hombrecillo sujetaba un globo dema- siado grande para él en un frágil equilibrio que suscitaba más de una sonrisa. Por su parte, Roda Quadrado (2006) y el video Rolling Square (2010) de Artur Lescher demostraban la posibilidad que tiene un cuadrado de girar como si de una rueda se tratase. Las piezas de Paulo Bruscky, The Eye Is Responsible For What It Sees (2010) y I’m Pickling Myself (1974) reflexionaban sobre la (im)posibilidad de tomarse a uno mismo demasiado en serio; como también lo hacía Rafael Lozano Hemmer (Seismoscope 8: Baruch Spinoza, Dutch (1632-1677), (2009), al reconfigurar, una y otra vez, el retrato del filósofo racionalista mediante un sismógrafo situado en la galería (de modo que las vibraciones producidas por los visitantes gene- raban la imagen final).

Particularmente utópicas se mostraban las obras de Luis Camnitzer Utopiary (2010) en la que restauraba, como si de un árbol se tratase, una hoja de papel milimetrado; o el bello pro- yecto de Juan Manuel Echavarría Corte de Mampuján (2010). Dos fotografías de esta serie mostraban espacios transitoria- mente rehabitados en la conmemoración de los diez años del desalojo forzoso de los habitantes de dicha localidad. Mientras, Ana Tiscornia en For the Time Being (2010), creaba una bella y frágil estructura en la que, por el momento, se agolpaban, en un fascinante equilibrio, edificios de viviendas.
Completaban la muestra una magnífica obra en papel de Waltercio Caldas; la singular pieza de Darío Escobar Untitled (2010), en la que reflexionaba sobre la naturaleza de los objetos cotidianos; una serie de sugerentes trabajos de Patrick Hamilton; dos piezas laberínticas y sutilísimas de Marco Maggi, y Cheers (2006), una pequeña Estatua de la Libertad sumergida en petróleo de Jota Castro. Ahora sólo nos queda brindar por todos ellos, y estar atentos a la continuación del proyecto, “Optimismo Radical 2”, que podrá verse en la Galería Nara Roesler de San Pablo el próximo año.