ACEPTAR: EXPOSICIÓN COLECTIVA EN JOAN HISAOKA HEALING ARTS GALLERY

Por Claudia Rousseau | enero 29, 2021
ACEPTAR: EXPOSICIÓN COLECTIVA EN JOAN HISAOKA HEALING ARTS GALLERY

La crisis migratoria se ha visto algo ensombrecida recientemente por la pandemia mundial. Sin embargo, personas que viven en circunstancias insostenibles de pobreza, falta de oportunidades y violencia, particularmente en México y Centroamérica, continúan llegando a Estados Unidos en busca de alivio a estas condiciones. Para algunos, la experiencia de inmigración es exitosa, aunque puede llevar muchos años. Para otros, es una prueba continua de ocultarse, de miedo a la deportación y pobreza continua. Muchos, o incluso la mayoría de los inmigrantes de todas partes del mundo, tienden a vivir en comunidades con otros como ellos, desarrollando mundos "paralelos" en los que continúan hablando sus idiomas nativos y tratan solo con personas dentro de la misma. Estos factores afectan la asimilación y refuerzan la separación de identidades que les impide tener éxito en la sociedad en general, mientras que al mismo tiempo luchan por la inclusión.

El concepto de aceptación, o más precisamente “aceptar” estos hechos y seguir viviendo esta dicotomía de separación e inclusión es el tema que Lindsay Yancich propuso a Irene Clouthier Carillo como base para una exposición que ahora se exhibe en la Joan Hisaoka Healing Arts Gallery en el Smith Center. Irene, originaria de México, pero en esta zona desde hace aproximadamente veinte años, invitó a siete artistas que participaran con ella en la exhibición de obras que expresaban el problema de aceptación en el dilema inmigrante. Si bien todas las obras de la muestra no logran evidentemente este objetivo, vale la pena considerar a aquellas que sugieren el tambaleo entre estos dos mundos y la aceptación de esta condición ambivalente.

Fabiola Alvarez Yurcisin es oriunda de México, pero también ha estado en Estados Unidos por algún tiempo. En un comunicado en su sitio web, la artista expresa su conciencia del dilema: “Mi trabajo vive entre mi hogar intuitivo de México y mi hogar racional de Estados Unidos”.

Esta conciencia de continuar viviendo entre dos mundos, y cómo es el núcleo de su práctica artística, es evidente en su trabajo en esta exhibición. En Rolodex: ¿Cuándo se detiene? (2016), tres objetos se agrupan en un estante blanco en una caja de plástico transparente. Uno de ellos es una rueda de ejercicio de hámster hecha por la artista usando cinta de cassette tejida en una estructura de jaula para que parezca piedras esculpidas brillando en la superficie. La metáfora implícita del hámster corriendo sobre la rueda en un viaje que nunca se detendrá es bastante clara. Una caja Rolodex de acero antiguo, pintada de negro, ha sido equipada con tarjetas escritas en Braille con palabras que son sinónimo de las palabras "poder" y "esperanza". La intención aquí es resaltar cómo estos dos conceptos funcionan en la vida de los inmigrantes. El uso del Braille por parte de la artista aquí se refiere a la experiencia de su madre al perder la vista, lo que implicó aprender otro idioma nuevo (Braille) mientras se enfrentaba desesperadamente con la profesión médica en este país. Nuevamente, tenemos la sensación de estar atrapados en el medio y el reconocimiento, como Yurcisin ha dicho, "la complejidad de aceptar el proceso de inmigración" y lo que eso significa en una escala más universal.

En mi conversación con Clouthier en la galería, le pregunté a la curadora qué significaba para ella la palabra “aceptar”. Al responder, habló de estar en este país durante veinte años y todavía sentirse como una inmigrante. Cuando lo dijo, me miró como diciendo "¿no es eso terrible?" pero continuó hablar con un cierto orgullo como "no he perdido mi identidad mexicana". El deseo de inclusión, de ser aceptado, está ahí, pero lucha con la tenacidad de la primera patria. El grupo de pequeños dibujos de Clouthier, Everyday Objects, representa objetos ordinarios que se refieren a su aceptación de esta dualidad, además de connotar el carácter colorido del arte popular mexicano.

You Can’t Be Hungry in the Land of the Free (No puedes tener hambre en la tierra de los libres) (2018) de Gerardo Camargo presenta una versión interesante del tema. La obra está compuesta por un pedestal columnar, aparentemente de mármol verde. Pero es mármol falso. Encima de esto hay una compleja torre de bandejas de comida de aluminio usadas, apiladas de una manera que hace pensar en áreas de basura alrededor de los restaurantes. La columna habla de nuestra cultura histórica europea, tal vez más de lo que el artista se dio cuenta: la técnica de crear marmo finto fue utilizada ampliamente por primera vez por los antiguos romanos. Al mismo tiempo, las bandejas hablan de completamente otro mundo. Sostienen los restos de “comida latina (pupusas salvadoreñas, pollo peruano, tacos mexicanos, tamales guatemaltecos)” [1]. En cuanto a la columna, hay algo interesante en el hecho de que el artista se refiera a la comida como “latín”, la lengua de los antiguos romanos. En mi opinión, esto solo amplifica las dicotomías, que son muy reales. El título irónico proyecta imágenes de la pobreza, desnutrición y hambre actuales de tantos inmigrantes latinx en todo este país, mientras que al mismo tiempo apunta al hecho de que estos alimentos reconfortantes nativos están disponibles aquí en abundancia.

Otras dos obras convincentes de la muestra, desde este punto de vista, son la instalación mural de Wilfredo Valladares titulada Unmasked y Barquitos de papel/Collective Archive de Muriel Hasbun. Ambos trabajos tratan sobre la memoria y cómo esa memoria informa el presente, particularmente en lo que respecta a la experiencia de la inmigración

Valladares es originario de Honduras. Unmasked es una instalación mural que consta de una serie de 27 rodillos de madera tallados con símbolos y diseños y en negro carbonizado, con muchas variaciones entre ellos. Estos están dispuestos vertical y horizontalmente alrededor de una sartén de hierro fundido con el relieve de la cara de una mujer. Esta mujer debe ser la madre de Valladares a quien el artista atribuye haberlo guiado hacia la apreciación del diseño, la arquitectura y la creación artística.[2] Al crecer en este hermoso pero atribulado país centroamericano, Valladares conoció sus "tradiciones y cultura ancestrales mayas"[3]. Habiendo estado en este país durante treinta años, Valladares escribe:

“Para poder soportar la vida de un inmigrante hay que aferrarse a sus recuerdos. Mi cuerpo emigró a los Estados Unidos, pero mi mente todavía estaba en Honduras. Ha sido esta dualidad y tensión lo que [ha informado] mis conceptos artísticos ...” [4]

Esta obra es una elegante presentación de cómo la memoria informa la práctica artística de Valladares.  El emplea el simbolismo maya para referirse a la historia de su pueblo quien, dice, no están extintos, sino muy presente en la población hondureña. Esta presencia se refleja en las tradiciones, lenguas, arte, arquitectura y cocina mesoamericanas. La cocina autóctona, connotada por los rodillos tallados y la sartén, es algo que lo conecta con recuerdos personales de su pasado, además de ser una inspiración para su arte actual.

Muriel Hasbun fue criada en El Salvador por padres (particularmente su madre) quienes también la guiaron a apreciar el arte y eventualmente a convertirse en artista fotográfica. Si bien ha estado en los Estados Unidos durante algún tiempo, sus conexiones con El Salvador siguen siendo muy activas. Estas sirven para estimular trabajos que generan recuerdos personales de su familia y del país como lo fue antes. Barquitos de Papel es un proyecto continuo e interactivo que tiene como objetivo animar a otros a expresar sus propias historias y recuerdos, utilizando copias de documentos y fotografías familiares para hacer pequeños barquitos de papel, muchos de los cuales documentan su experiencia migratoria. Hasbun, quien es de origen mixto franco-judío y palestino-cristiano, fue primera hija de inmigrantes en El Salvador. Su apreciación de esa historia es universal, señalando que todos somos inmigrantes o hijos de inmigrantes. Su objetivo es que los espectadores “se involucren en la autorreflexión y el descubrimiento personal, y se acepten mutuamente a través y con nuestras diferencias… Reclamamos nuestra historia individual en y con la comunidad, y juntos escribimos nuestra historia colectiva”[5]. Un video y fotografías de barcos que ya están en el Archivo acompañan a una creciente pila de barquitos en el piso de la galería. En base al hecho de que los viajes por mar en barcos fueron, durante mucho tiempo, un medio común de inmigración a este país desde todo el mundo, son un símbolo de esa comunidad.

 

Aceptar: Una Exposición Colectiva

Joan Hisaoka Healing Arts Gallery en el Smith Center for Healing and the Arts

1632 U Street, NW, Washington DC 20009.

Abierto con cita previa (202-483-8600 o lindsey@smithcenter.org para obtener más información sobre los horarios de apertura)

 

 

[1]http://coladerata.yolasite.com/3d.php

[2] Esta instalación es parte de una serie más amplia de trabajos que reúne la serie Unmasked de la artista. Una porción de estos trabajos fueron exhibidos en el American Poetry Museum de Washington DC en 2015. Esta serie más amplia contiene además retratos, y está dedicada a la madre del artista.https://wilfredovalladares.com/unmasked

[3] Statement del artista sobre esta exhibición.

[4] Ibid.

[5] Statement de la artista sobre la exhibición  El énfasis es mío

 

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