Oscar Niemeyer

Fundación Telefónica, Madrid

Por Álvaro de Benito Fernández | marzo 30, 2010

La muestra que se exhibe en la Fundación Telefónica en Madrid, en colaboración con la Fundación Cultural Hispano- Brasileña, es el merecido tributo a uno de los arquitectos más influyentes del panorama mundial. Galardonado con los premios más importantes de la arquitectura mundial, esta retrospectiva dedicada a Oscar Niemeyer (Río de Janeiro, Brasil, 1907) muestra todas sus vertientes artísticas, y se presenta coincidiendo con la próxima apertura del centro Niemeyer de Avilés, la que es su única obra proyectada en España.

Museo de Arte Contemporáneo de la Prefectura de Niterói-RJ-Brasil. Photo/Foto Michel Moch.

Especialmente destacable es la labor de comisariado de Lauro Cavalcanti, quien ha acometido una planificación detallada y que, ante la evidente imposibilidad de contemplar en estado natu- ral toda la producción del arquitecto carioca, resulta más que satisfactoria en cuanto a los materiales exhibidos y a los audio- visuales. Importante también es el plano didáctico, fundamental para comprobar en cada momento la evolución en las más de siete décadas que lleva Niemeyer entregado a la arquitectura.

El recorrido de esta exposición sigue una línea de carácter biográfico, que nos permite introducirnos en los diversos mundos del arquitecto pionero en la experimentación del constructivismo. Compuesta por hasta dieciocho maquetas de sus proyectos más representativos, veintiún dibujos y medio centenar de bocetos, el recorrido se completa con libros, fotografías, material audiovisual y un sofá y una escultura, ambos diseñados por Niemeyer. De esta forma, la exposición alterna las facetas más conocidas con aquellas que han sido devoradas por su fama arquitectónica. Así, en cada paso que damos, revisitamos el proyecto que le elevó a la fama, la edificación de Brasilia sobre los planos de Lúcio Costa, y podemos contemplar el compromiso social y político de Niemeyer, materializados en proyectos como la sede del partido Comunista Francés, en París, o la construcción de la Universidad Constantina, en Argelia.

Se camina entre legados fotográficos y modelos de sus principales obras, desde la sede de la editorial italiana Mondadori hasta el aclamado Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi, la que muchos consideran su obra cumbre, y se percibe la implicación directa y constante del arquitecto brasileño en cada uno de sus proyectos. La exposición otorga un papel primordial a la forma curva por la que Niemeyer se siente fascinado, y es la que encuentra en la naturaleza exuberante de su país y en las mujeres que ocupan un lugar destacado en su compromiso vital. Pero también hace un guiño necesario para conocer su multifacetismo, y quizá ahí resida otro de los puntos fuertes de esta retrospectiva, que le llevó a una intere- sante producción pictórica y a un acercamiento a la literatura.