CRISTINA LUCAS: ARTE Y CAMBIO CLIMÁTICO EN NORUEGA

CRISTINA LUCAS: ARTE Y CAMBIO CLIMÁTICO EN NORUEGA

Mediante esculturas y una película especialmente encargadas, la artista española trata el cambio climático desde la lejana Svalbard, en la segunda edición del Artica Listens.

CRISTINA LUCAS: ARTE Y CAMBIO CLIMÁTICO EN NORUEGA

Radicada en Madrid, la artista española Cristina Lucas (Jaén, 1973) es una creadora interesada en los mecanismos de poder. Se ocupa de analizar estructuras políticas y económicas, descomponiéndolas para así poder revelar las contradicciones que existen entre historia oficial, realidad y memoria colectiva.

 

El 30 de noviembre, su visión se conjuga con el espectacular paisaje del archipiélago de Svalbard como parte del Artica Listens, un evento co-curado por la fundación Artica Svalbard y la Oficina Noruega para el Arte Contemporáneo (OCA) con el objetivo de promover el arte, el debate y la consciencia ambiental. Será la artista invitada de este año. Artica Listens es un proyecto nuevo que se agrega a la programación anual de Artica Svalbard. Situado en el archipiélago noruego, busca no sólo dar vuelo a algunas de las preguntas más relevantes de nuestro tiempo, sino también hacerlo desde uno de los lugares más desafiantes del planeta.

 

Lucas toma el Tratado de Svalbard (circa 1920) como punto de partida. Su proyecto incluye esculturas públicas interactivas y una película, The People That Is Missing, que filmó en la locación durante todo este año. Todas las obras fueron especialmente encargadas para esta edición, e inaugurarán en Longyearbyen el sábado 30 de noviembre.

 

Reflexionando antes de la inauguración, Lucas dice: “Es en Svalbard donde primero suena la alarma. Evitar el derretimiento del Ártico y consecuentemente salvarnos de los terribles efectos que ello conlleva implica caer en otra figura retórica, implica habitar en otra sinécdoque en la que Svalbard es entendida como una mano corta para nuestro planeta.”

 

Hoy en día, el Tratado de Svalbard es un documento único de cooperación internacional. Casi cien años después de su firma, se mantiene como un acuerdo práctico entre 44 naciones que, reconociendo la soberanía noruega sobre el archipiélago, propone una formulación de ideales utópicos raramente vista en la geopolítica global. Sin embargo, en una era marcada por el auge de los nacionalismos, guerra comercial, economías extractivas, almacenamiento de datos personales y movilidad restringida, esos parámetros geopolíticos emergen como formas de contención contenidas en el tratado, insertando una serie de contradicciones y oxímorones en la gobernanza de uno de los ecosistemas más sensibles del mundo.

 

Con estas características contradictorias en mente, Cristina Lucas reflexionó sobre las preguntas que su proyecto busca hacer: “Para mi intervención en Artica Listens, me gustaría que las figuras poéticas refuercen el cómo nuestros mecanismos autodestructivos suponen nuestra propia gran amenaza para la supervivencia. Parece natural pensar que lo que empieza tiene que terminar, pero, ¿es fácil de asumir cuando es nuestra propia especie la que está en riesgo? ¿Será posible revertir los procesos que de otra manera nos conducirán a un apocalipsis no muy lejano?

 

Es en este contexto que las esculturas y el largometraje de Lucas tantean los ideales utópicos del tratado y su ejemplo de cooperación internacional, para así iluminar las paradojas que se descubren, casi cien años después, entre una creciente oleada de desunión y falta de voluntad para revertir el daño que causamos a nuestro propio planeta.