Tania Candiani, Milagros De La Torre y Matías Duville

Ganan la Beca Guggenheim 2011

Tania Candiani, Milagros de la Torre y Matías Duville, fueron los artistas visuales ganadores de la “Latin American and Caribbean Guggenheim Fellowship Awards, 2011”.

Tania Candiani, Milagros De La Torre y Matías Duville

Tania Candiani (Ciudad de México, 1974)

Se formó en Tijuana, donde ha “saqueado” prácticas y objetos asociadas a la domesticidad femenina –costura, bordado, enseres domésticos- para convertirlos en un arsenal que desafía el statu quo.

Fotografió mujeres que portaban cacerolas y ollas sobre sus cabezas, a modo de cascos de guerra, como desafiante protección. Intervino casas de Ciudad Juárez construyendo trampas defensivas con cubiertos y usó los textos de los botones de las licuadoras –trozar, picar, rallar- como un dispositivo conceptual sobre la violencia doméstica. Con un grupo de mujeres, se tomó una antigua fábrica abandonada e hizo 400 metros de cuento bordado, como una bitácora con las anécdotas del día a día. Al transferir al arte contemporáneo el oficio del tejido desarticula sus ancestrales asociaciones con la subordinación femenina, para hilar un lenguaje en pie de guerra.

Sea a través del bordado o de la documentación urbana, en performances de recuperación de espacios abandonados o con ambiguos dibujos –como los inspirados en la primera línea de novelas cumbres del siglo XX- su alude a los hilos sueltos del mundo contemporáneo. Ha recubierto las fachadas de casas con dibujos hilados y se ha apropiado de grafitis callejeros en los que ve “las pinturas rupestres de una sociedad posindustrial”.

El proyecto ganador de la Guggenheim se llama Classic Six/N.Y. City- Unidad Habitacional Nonoalco/Mexico City. Según le contó a la revista Poder, “compara el tipo de apartamentos de seis alcobas construidos en Nueva York antes de la Gran Guerra, cuando marcaron el desarrollo urbano con este nuevo tipo de costosa propiedad, con el gigantesco complejo de apartamentos construidos en la Colonia Cuauhtémoc en 1960 por el arquitecto Mario Pani, siguiendo los principios de Le Corbusier, para habitantes que en su mayoría tenían ingresos bajos”.

Mientras los Classic Six que aún se mantienen en pie son un lujoso objeto de deseo; la atmosfera de inseguridad social del entorno de la Unidad Habitacional Nonoalco atenta contra los edificios que permanecen. Candiani hace la conexión entre ambos momentos e historias de desarrollo urbano, convirtiendo los planos arquitectónicos en patrones de costura que transforma en vestuario. “El proyecto –declaró- incluye involucrar estudiantes de arquitectura para expandir su comprensión espacial dándoles patrones de ropa y pidiéndoles diseñar un plano arquitectónico dentro de estas formas particulares. Un seminario involucrará arquitectos, artistas, desarrolladores urbanos, en el debate de cómo los espacios físicos se controlan, distribuyen y mercadean”.

Milagros de la Torre (Lima, 1965)

Estudió fotografía en el London College of Printing y prepara una exhibición individual que tendrá lugar en Americas Society, de Nueva York. Su obra confronta las violencias con objetos relacionados con lo personal y privado. En su serie Bulletproof (2008) fotografía imágenes de prendas de vestir colgadas que no parecen tener nada extraño, pero han sido diseñadas “a prueba de balas”. Las impresiones a tamaño real son hechas con una textura que simula la tela usada de los trajes con los cuales crea instalaciones que confrontan con la noción de cuerpos vulnerables. Bulletproof fue parte de Dress Codes en la Tercera Trienal de International Center of Photography, de Nueva York, entre 2009 y 2010.

El proyecto ganador de la beca Guggenheim, In Between the lines es una apropiación del trabajo de examinar el tipo de mensajes encriptados que suelen ser producidos en tiempos de guerra o en situaciones de tensión sociopolítica, aunque también por regímenes totalitarios. Le interesa el hecho de que lo que se lee no es lo que está siendo transmitido. “Creo –le dijo a la revista Poder y Dinero- que hay un poderoso potencial artístico en la confrontación de la violencia a partir de sutiles evocaciones y de un lenguaje casi elusivo, capaz de crear, literalmente hablando, una suerte de poéticas de la violencia”.

Matías Duville (Quilmes, Argentina, 1974)

Ganador de becas como la Civitella Ranieri Fellowship, de Perugia, Italy (2007) y la Residencia Internacional de Artistas en Ostende, Buenos Aires, ha atraído la atención de la crítica con la extrañeza que transmiten sus dibujos de espacios figurativos realizados con una factura cuidadosa que sin embargo desafía la lógica. Sus lugares no están en el mapa. En los últimos cuatro años ha pasado de los dibujos en pequeña dimensión a piezas a escala monumental. Según la curadora Inés Katzenstein, su acierto es justamente que después de crear un dibujo o pintura “ataca” su soporte hasta que surge una nueva imagen, más inestable y sugestiva. El proyecto que presentó a la Guggenheim se llama Open House. Surgió de los dibujos de una casa en derrumbe. “Estos dibujos –declaró a la revista Poder - habían estado en mi taller durante unos años y por alguna razón creía que contaban con un contenido encapsulado. Pensé entonces en un proyecto de construcción de esta casa a largo plazo. Es la construcción de una vivienda básica con sus laterales desplegadas, de modo que las paredes, el techo, el piso descansan sobre el suelo de un terreno descampado, a la intemperie de la pampa húmeda Argentina”. La pieza incluirá el registro del tiempo en el cual se degradan los materiales, la vegetación invade la construcción y otros modos impredecibles de destrucción. La documentación será publicada en un libro.