Arte Abstracto Argentino en Italia
Transmigraciones y transculturación
Por
Verlichak, Victoria
La excepcional muestra Arte Abstracto Argentino, inaugurada en Italia en diciembre de 2002, fue organizada conjuntamente por la Fundación Proa de Buenos Aires y la Galería de Arte Moderno y Contemporáneo de Bérgamo, y no por azar. Tampoco es casual que se haya dado una dialéctica artística e intelectual entre el viejo y el nuevo mundo y que ésta haya encontrado un terreno privilegiado en el Río de la Plata. En ninguna ciudad del mundo, como en Buenos Aires, existen carteles promocionado tramitar la "ciudadanía italiana" como quien ofrece al público la venta de una casa. El anuncio callejero no es disparatado (aunque en cierto modo, sí lo es), y no sólo porque existen muchos dispuestos a emigrar, sino porque es revelador de la enorme cantidad de argentinos que poseen ascendencia italiana, con familiares llegados a fines del siglo XIX. Este hecho incontrastable torna casi natural el trabajo conjunto entre Proa y GAMeC para la presentación de Arte Abstracto Argentino en Italia, en donde se anclaron tanto Lucio Fontana como Tomás Maldonado -ambos nacidos en la Argentina- presentes en la muestra con sus innovadores y provocativos trabajos teóricos y artísticos. En este sentido, y tal como señala Adriana Rosemberg, directora de Fundación Proa, esta exhibición descubre y subraya una historia de transmigraciones y transculturación, cuyo efecto circular ha redundado en expresiones estéticas expuestas en esta ocasión. El conjunto de las 103 centrales y paradigmáticas obras de los 39 notables artistas, desplegadas en Arte Abstracto Argentino, provienen de colecciones privadas y públicas argentinas e internacionales nunca antes reunidas para su exhibición. El curador Marcelo Pacheco explica que la muestra sigue un esquema que gira alrededor de tres ejes. El punto de partida es el inicio de la abstracción en la pintura y la escultura argentina alrededor de los años veinte. En ese sentido, el merecido reconocimiento que el trabajo de Emilio Pettoruti ha logrado a lo largo de los años tanto en la Argentina como en la escena internacional dista del escándalo levantado por su primera exhibición individual en Buenos Aires en 1924, a su regreso de Europa donde vivió 12 años en los que frecuentó los círculos cubistas y futuristas. Por otra parte, uno de los artistas más relevantes presentados aquí es Xul Solar -pintor, escritor, músico, astrólogo, matemático- que creó una obra visual que juega con ciertas formas de abstracción, mayormente acuarelas de dimensiones muy pequeñas que poseen una energía especial. Luego, dentro de cierta lógica cronológica, se exhiben las propuestas del arte concreto de los años treinta, incluyendo las tempranas investigaciones en Montevideo de Joaquín Torres-García y sus discípulos, en diálogo con Juan del Prete y Yente (Eugenia Crenovich). Aquí se incluye un sector especial con las experiencias abstractas de Fontana, durante los años treinta y cuarenta, entre Italia y la Argentina. Después de que el artista se estableció en Milán comenzó a hacer tajos sobre sus telas pintadas y diversas superficies, explorando una nueva dimensión llamada "espacio ilusorio", por la que es tan reconocido. La tercera etapa recorre las vanguardias históricas rioplatenses nacidas en los años cuarenta, que vieron el nacimiento y ascenso del peronismo que trajo sus propios íconos e imaginería. En ese momento surge la propuesta de artistas constructivos, la mayoría de ellos simpatizantes de la izquierda, agrupados en la Asociación Arte Concreto-Invención y el Grupo Madí. Estos artistas deseaban cortar con el establecido, aunque renovado, arte figurativo de entonces, y con la representación de la realidad y con cualquier huella de subjetividad. Enio Iommi, Carmelo Arden Quin, Juan Melé, Rhod Rothfuss, Gyula Kosice, Alfredo Hlito, Maldonado, entre otros, utilizaron el color y la forma tanto en pinturas como en esculturas, con la idea de presentarlas como si fueran productos industriales. Los ascéticos trabajos poseían un toque de ironía y humor y fueron presentados con marcos irregulares o directamente sin marco, como los de Raúl Lozza, creador en 1947 del Perceptismo, que pretendía arribar a la "no representación absoluta". Publicaciones -manifiestos, revistas, libros, invitaciones-, fotografías, dibujos, diseños y un video fotográfico completan y enriquecen el riguroso mapa expositivo de Arte Abstracto Argentino. Gracias a la investigación de Patricia Artundo y Luis Príamo, la documentación exhibida refleja el contexto social, político y cultural de la Argentina donde creció el trabajo y el pensamiento de la mayoría de los artistas cuyas obras se exponen. Al filo de los siglos XIX y XX, el país se pensó grande y moderno. La inmigración tenía tanta importancia como la educación. Justamente, los documentos reseñan la activa vinculación de los artistas e intelectuales rioplatenses con sus pares europeos y subrayan su participación activa en los procesos de formación y desarrollo de las vanguardias. En ocasión de la exhibición se editó un excelente catálogo de 232 páginas en italiano, con 90 reproducciones color y textos de Marcelo Pacheco, Enrico Crispolti (curador invitado para la sala de Lucio Fontana), Adriana Lauría y una entrevista a Tomás Maldonado. También se reproducen fotografías y manifiestos publicados por los artistas, junto a sus biografías y una completa cronología histórica. Desde su inauguración en 1996, con una fantástica muestra del mexicano Rufino Tamayo, la Fundación Proa -que desarrolla sus actividades en el corazón de La Boca, uno de los barrios más antiguos de Buenos Aires que fuera el puerto de entrada de los inmigrantes europeos- se ha convertido en el centro de arte contemporáneo más innovador y con mayor poder de convocatoria dentro de la escena artística de Buenos Aires. Con un programa consistente y equilibrado, que incluye muestras de las vanguardias históricas y del arte actual argentino e internacional, la institución es responsable de haber presentado al público local a artistas como Anselm Kiefer, Sol LeWitt, Mario Sironi, Dan Flavin, Diego Rivera, Jenny Holzer, Sebastiao Salgado, Mario Merz. Con esta muestra de Arte Abstracto Argentino en Italia, que se verá en Buenos Aires en 2003, auspiciada por TENARIS - Organización TECHINT, Proa contribuye a expandir la noción que se tiene acerca de la producción local en el exterior. |
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