EMERSON DORSCH ANUNCIA LA REPRESENTACION DE YANIRA COLLADO

La artista experimenta en su obra con la reconfiguración de objetos que hablan metafóricamente del tiempo. 

EMERSON DORSCH ANUNCIA LA REPRESENTACION DE YANIRA COLLADO

Yanira Collado (1975, Brooklyn, Nueva York) se identifica como dominicana nacida en Nueva York. Desde niña habitó diferentes comunidades y estratos sociales: Brooklyn, donde nació, República Dominicana y Miami, donde su madre trabajó como costurera.
La práctica de la artista propone una consciencia del lenguaje visual así como una meditación de la identidad. Esto se observa en el juego de múltiples capas de textiles y materiales de construcción que conforman la obra. De esta información, Collado extrae lo inherente metafórico de cada uno. Cada material elegido implica una historia, un relato, una geografía, una vida.

“Mi trabajo intenta ensamblar un lenguaje visual que concilie el proceso en el que se registra, almacena y recupera el historial de esta información. Me interesa el trabajo inherente a estos materiales y las formas que toman durante sus transiciones, que evocan invocaciones, rituales, una trascendencia de presencia y, en muchos sentidos, fragmentos que se vuelven completos.” - Yanira Collado.

Algunas de sus piezas se asemejan a reliquias y pedazos de pared que alguna vez sirvieron otros deberes. En la historia occidental las paredes fueron y son los lienzos de los artistas del graffiti, los sostenes de edificios, la hoja de reclamo de protestantes y los muros divisores de comunidades fronterizas.

Lo que trabaja Collado son los registros de civilizaciones anteriores, las huellas que uno puede hallar en la ruinas y el significado de cada símbolo para la memoria popular. Más allá de los materiales, formas y patrones, lo que expone en esta superposición de capas, son los múltiples registros de historia. Con la ayuda de un trabajo minucioso por el detalle que le permite captar las esencias de distintas sociedades, la obra brinda al espectador la información resguardada para así recuperarla.

Si la historia tuviese un rostro, a través de la obra de Collado veríamos una gran parte de él.