Agustín Lazo. Las Cenizas Quedan, Retrospectiva del Iniciador del Surrealismo en México

Agustín Lazo. Las cenizas quedan, exposición retrospectiva del pintor mexicano Agustín Lazo (1896-1971), permanecerá hasta el 23 de abril como parte de las exposiciones temporales de la Colección Blaisten del Centro Cultural Universitario Tlatelolco.

El Carnicerito, Agustín Lazo

La retrospectiva reúne cien obras realizadas por este pintor, máximo representante en México de la escuela pictórica europea en la pintura mexicana entre 1930 y 1949, considerado por varios críticos como pionero del surrealismo en México, y quien además fuera diseñador escénico y dramaturgo.
El curador James Oles invirtió seis años de investigación y seis meses para volver la atención del público hacia un artista que rechazó el muralismo, tanto como el arte didáctico y político. En cambio, como precisó la nota de prensa, “debido a la condición surrealista de sus pinturas y grabados, ha sido comparado con el pintor italiano Giorgio De Chirico”.
Según Oles, Agustín Lazo “es un artista bastante conocido entre los historiadores de arte, pero no es un pintor tan familiar entre el público en general”. De ahí que la exposición pretenda volver la mirada hacia su obra.
El título de la muestra alude al dicho mexicano “donde hubo fuego, cenizas quedan”, debido a que muchas cartas y objetos personales de Lazo fueron destruidos o extraviados. “Es difícil reconstruir la vida de un hombre discreto, pero donde hubo fuego, cenizas quedan, y de las cenizas levantamos la historia”, comentó James Oles.
Las cenizas quedan incluye obras que van de 1917, del tiempo en que Lazo era estudiante, hasta algunos cuadros de los años 40. Como Lazo perteneció al grupo de Los Contemporáneos y creó la escenografía para obras dirigidas por Celestino Gorostiza y escribió algunos dramas se incluyen cerca de 30 dibujos que realizó para la escenografía y el vestuario de las compañías de teatro experimental Teatro de Ulises y el Teatro Orientación, que modernizaron la dramaturgia en México.
De acuerdo con el curador, la mayoría de los cuadros son de formato pequeño porque, como decía Luis Cardoza y Aragón en un texto de 1940, a Lazo “el tamaño y el sudor no le interesan”, refiriéndose al tamaño de los murales y al esfuerzo que implicaba subir a los andamios.
“Lazo es uno de los pocos pintores de su generación que nunca subió a un andamio, nunca hizo nada en mural, ni como asistente. Incluso Julio Castellanos, María Izquierdo, Rufino Tamayo, Frida Kahlo, quisieron hacer un mural. Él nunca se interesó en un trabajo en gran escala”, explicó Oles.
Los cuadros más grandes que se exhiben son dos tableros de un metro y medio de longitud sobre el tema de la música, que realizó para la embajada de España en México en 1924. Un aspecto muy importante es su uso del collage. De estas piezas podrán admirarse cerca de diez obras que creó a mediados de los años 30. “Utilizó las revistas antiguas ilustradas de finales del siglo XIX, como Mundo Ilustrado. Recortaba las ilustraciones y las reorganizaba, las reescribía en escenas muy surrealistas muy interesantes”.
También se incluyen algunos retratos de su madre, de Xavier Villaurrutia y de hombres del mundo de las letras. De la misma manera la exposición exhibe fotografías de época, del archivo del propio Lazo, además de una selección de libros ilustrados por él.
Según Oles, como en el caso de la poesía de Villaurrutia, la obra pictórica de Lazo tiene una noción onírica, llena de metáforas abiertas.
Por otra parte, el pintor formaba parte de un grupo de artistas homosexuales como Salvador Novo y Xavier Villaurrutia, lo que habla de la diversidad. “Lazo –dice Oles- nos permite entender que el mundo del arte en México en los 20 y 30 era más diverso de lo que imaginamos hoy en día. Había diferentes maneras de vivir, diferentes estilos de vida, de pensar qué es el arte mexicano, aunque sólo ciertas propuestas y ciertas figuras llegaron a ser más conocidos”.
La Colección Blaisten cuenta con cuatro obras importantes y el Museo de Arte Moderno y el MUNAL, con una. De este modo, la retrospectiva hizo necesario recurrir a cerca de medio centenar de colecciones, entre particulares e instituciones, como el Banco Nacional de México, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, las Colecciones de Carlos Monsiváis y la Galería de Arte Mexicano.
El especialista explicó que la última exposición de Lazo tuvo lugar en 1982 y que hasta ahora su obra no se había visto en su totalidad en un solo lugar. Tampoco se habido escrito un libro relevante sobre este artista desde 1988. Junto con esta exposición se publicará un catálogo bilingüe, inglés-español, con más de 80 imágenes y textos de Villaurrutia.