Arquitectura fantástica
Supervivencia y actualidad de la obra de Lygia Clark en la Fundación Henry Moore, Perry Green, Reino Unido.
Lygia Clark (1920-1988) ha sido una figura central del arte brasileño desde mediados del siglo pasado. Dedicada desde la década de 1950 a la pintura abstracta y el dibujo, firmó en 1959 el manifiesto del Grupo Neoconcreto brasileño y comenzó a trabajar en su primera gran aportación hacia la interactividad del arte −aspecto que a lo largo de sus obras no abandonaría−, las esculturas Bichos.
Hasta el 2013 las arquitecturas de Lygia Clark no habían superado la condición de maquetas. Las maquetas y planos arquitectónicos contienen, la mayoría de las veces, la ambición de materializarse a escala 1:1, de devenir arquitectura habitable, modificadora y configuradora del espacio, público o privado. A la serie de maquetas Bicho, Arquitectura Fantástica −presentada en la VI Bienal de São Paulo de 1961− le llegó el turno de honrar su título recién el año pasado. La instalación fue posible gracias a la coproducción de la Fundación Henry Moore, Perry Green, el Instituto Henry Moore de Leeds, O Mundo de Lygia Clark-Associação Cultural de Río de Janeiro y la Galería Alison Jacques de Londres, sumados a los aportes tecnológicos de los ingenieros Price & Myers y MTEC.
La artista brasileña no tuvo la posibilidad ni de aprobar ni de conocer sus maquetas Bicho realizadas a escala monumental. Los documentos escritos y algunas de sus obras - Construa você Mesmo seu Espaco de Viver (Construya usted mismo su espacio habitable, 1955), Maqueta para A Casa do Poeta (La casa del Poeta) o Estruturas de Caixas de Fósforos (Estructuras de Cajas de fósforos que remiten a modelos de casas modernas) sugieren sin embargo que Clark no sólo hubiese consentido, sino incluso celebrado semejante acontecimiento.
Arquitectura Fantástica I consiste en una estructura de acero articulada por bisagras que permite que la escultura monumental-arquitectura adquiera múltiples configuraciones, condición que comparte con su versión original pequeña. La recepción activa y la interacción con el espectador son aspectos constitutivos tanto de las maquetas Bicho como de la escultura monumental. En el caso de las maquetas, la interactividad se plantea en términos objetuales: el espectador manipula el objeto; en Arquitectura Fantástica I, en cambio, el espectador interactúa con la obra en la medida en que la habita, la recorre, se percata de su presencia en el paisaje. “Cada Bicho es una entidad orgánica que sólo se revela totalmente en su tiempo interior de expresión. Un organismo vivo, una obra esencialmente activa. Una integración total, existencia, establecida entre él y nosotros. Es imposible tener entre nosotros y el Bicho una actitud pasiva, ni de su parte ni de la nuestra.”- Lygia Clark, 1960
Emplazada en la Fundación Henry Moore, en Perry Green, la obra funciona como un refugio para las ovejas y comparte el terreno con obras tempranas de Moore, entre ellas Large Reclining Figure (1984), Sheep Place (1971-72) y Associate, de Richard Deacon. A partir del 24 de septiembre de este año se va a poder visitar en la Fundación Henry Moore en Leeds la exhibición Lygia Clark: Organic Planes, curada por Lisa Le Feuvre. Mientras, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, continúa hasta el 24 de agosto la gran retrospectiva de la obra de la artista brasileña curada por Connie Butler y Luis-Perez Oramas.