CARLOS CASAS EN MATADERO MADRID
En el marco del 16º Festival de Cine Documental de Madrid (mejor conocido como DocumentaMadrid) que se llevó a cabo del 9 al 19 de mayo, se exhibe hasta el 30 de junio en el Matadero Madrid una exposición individual del artista y cineasta catalán, Carlos Casas (1974, Barcelona). Siendo la primera retrospectiva de Casas en España, la muestra hace un recorrido por la prolífica obra del cineasta barcelonés que fusiona el cine documental y contemporáneo con piezas de arte sonoro y performativo.
La exposición de Casas no es solo el resultado de la décimo sexta edición de DocumentaMadrid, sino que, además, este fue seleccionado por el departamento de artes visuales de Matadero Madrid para protagonizar el programa Profundidad de campo que se celebra cada año.
A partir de una serie de proyecciones de paisajes “extremos y olvidados” del planeta, Casas pone de manifiesto la riqueza inabarcable de esas geografías que lleva registrando hace más de veinte años. Es en esas piezas que el dispositivo oscila entre los campos del cine documental, las artes visuales y la etnografía, unidas por un elemento común que es la cámara y su intención de habitar ópticamente esos espacios.
Con el foco puesto en los aspectos tangibles, plásticos, y humanos del paisaje, las obras proyectadas en la Nave 0 de Matadero Madrid están intervenidas con registros sonoros de la naturaleza y apuntes musicales que se superponen, ilustrando las condiciones ambientales de dichos espacios. A través de este montaje magistral –aspecto diferencial de la producción cinematográfica-, sonido e imagen se vuelven un alfabeto original que Casas utiliza para señalar y aproximar estos horizontes al espectador, superando las formas convencionales del lenguaje audiovisual convencional.
Entre los trabajos exhibidos pueden apreciarse la End Trilogy [Trilogía final], proyecto documental en el que Casas realiza un trabajo cuasi-etnográfico para ilustrar la batalla constante de las comunidades que habitan estas geografías hostiles. Constituida por tres largometrajes realizados entre 2002 y el 2008, los tres títulos que hacen a este proyecto -Soledad al fin del mundo (2002-2005), Aral. Pescando en un mar invisible (2004) y Cazadores desde el principio de los tiempos-, representan costumbres y formas de vida en vías de extinción, y que en los tiempos que corren parecerían precisar de una justificación (tal es el caso de los cazadores de ballenas en el mar de Bering).
Como contra tapa, se proyectan también una serie de trabajos experimentales. Los denominados Fieldworks [Trabajos de campo], son piezas audiovisuales compuestas por material de archivo, imágenes y frecuencias de radio registradas en sitios específicos lugares. Lo que hace a estas piezas un rasgo de la obra de Casas es esa sutil combinación de la música y las imágenes, siempre muy lograda en el trabajo de edición.
En última instancia, también se muestran sus Recent Fieldworks [Últimos trabajos de campo]. Algo así como los últimos apuntes audiovisuales de un artista activo. En este grupo aparecen trabajos como Torino [Turín, 2012], Vucca (2017), Faro (2017) y la inacabada Azan Series [Serie Azan, 2012-2019]. Estas últimas producciones responden a los intereses más recientes de Casas con la simbología y la semiótica.