¿CÓMO SOBREVIVIR A UNA EXPERIENCIA TRAUMÁTICAS EN UNA SOCIEDAD POSCAPITALISTA?
Desde el 14 de diciembre hasta el 21 de febrero en Sala Gasco Arte Contemporáneo, en Santiago de Chile, los artistas Jorge Brantmayer, Víctor Castillo, Catalina González, Angie Saiz y Joaquín Segura exhiben Postrauma. Bajo la curaduría de Saiz, la muestra pretende ilustrar las múltiples expresiones luego de experiencias traumáticas.
La exposición colectiva exhibida en el casco histórico de la capital chilena surge a partir de la pregunta “¿Cómo intenta sobrellevar sus traumas una sociedad poscapitalista?”. Es desde este planteo que Saiz ejecuta la curaduría de Postrauma. “La hiperexposición mediática y la degradación de los pilares tradicionales de la sociedad son algunos de los síntomas o señales de estrategias para sobrevivir”, explica la curadora. Dentro de este contexto, los artistas realizaron un proceso de reflexión que resultó en un mural, una instalación, un trabajo en tapicería y fotografías de grandes dimensiones que intervienen el espacio de la Sala Gasco.
“Postrauma propone un ejercicio curatorial posiblemente riesgoso. Sin ser obras panfletarias o de denuncia partidista, este grupo de artistas ofrece una reflexión histórico-simbólica, autobiográfica y colectiva de las consecuencias que tejen con el tiempo los fenómenos políticos y sociales holocáusticos”, explicó Angie Saiz.
El objetivo de esta exposición colectiva es reflexionar, a partir de las obras, sobre el actual estado de postrauma que, a través del miedo oculto y otros síntomas sociales, desarrolla un complejo sistema de evasión para mantener una vida casi automática.
Desde la calle Santo Domingo, las piezas fotográficas en gran formato de Jorge Brantmayer reciben a los visitantes: un autorretrato plantea una nueva aproximación a la propia imagen biográfica en tiempos de hiperexposición; otra fotografía al interior de la sala presenta la potente imagen del cuerpo estetizado y vuelto objeto. En el mismo espacio, Catalina González presenta una instalación e intervención de estructuras frágiles elaboradas con fragmentos de vidrios polarizados. Es un paisaje de una seguridad derruida y confianzas caídas.
En la sala contigua, las obras de bordado sobre tapiz de Joaquín Segura exploran las investiduras y tramas del ocultamiento, en piezas que remiten a documentos oficiales y manuales de interrogación militares censurados. La ironía sobre el consumismo contemporáneo es abordado por Víctor Castillo, en una gran intervención mural protagonizada por los personajes de su obra: una combinación de cómic con sátira. En ese espacio, Angie Saiz presenta Reflex, una videoinstalación que da cuenta del abandono en este contexto poscapitalista, donde la real presencia humana se ha esfumado pero las huellas del consumo resisten intactas.
La exhibición estará abierta en Sala Gasco y hasta el 21 de febrero de 2019. En su inauguración se presentará un catálogo de la exhibición, con texto de la curadora Angie Saiz y del teórico Carlos Ossa.