Comenzó La Décimo Primera Bienal de Lyon
Titulada como un verso del poema Pascua, de William Butler Yeats, Una belleza terrible ha nacido, la 11ª Bienal de Lyon, que históricamente ha sido una bienal de autor, inauguró el 15 de septiembre, mostrando los distintos modos de enfrentar la propuesta curatorial de la argentina Victoria Noorthoorn, quien sabe lo que es “ir a tientas, en medio de la oscuridad que puede o no iluminarse” y pidió a los 70 artistas participantes enfrentarse a “la incertidumbre del presente y el futuro próximo, para encarar su condición como creadores y la necesidad del arte, dejando la puerta abierta a la duda, a la contradicción, a la perplejidad, al cambio y al movimiento”.
Además de los 14,000 metros cuadrados distribuidos en cuatro espacios: La Sucrière, la Fondation Bullukian, el Musée d’Art Contemporain de Lyon, y la factoría T.A.S.E. factory, la exhibición se realiza en dos plataformas adicionales: Veduta, una ventana para la diversidad de las culturas visuales bajo la dirección de Abdelkader Damani; y Résonance, una ruta de arte que involucra más de 90 centros de arte, galerías, y colectivos artísticos a lo largo del Gran Lyon y la de región de Rhône-Alpes.
Abdelkader Damani, director de la plataforma de Veduta explica que es un intento de llevar la vitrina de exhibición a la calle, en un modo en que la calle es la que marca el diseño de la ventana. Es un proyecto creativo compartido con artistas que trabajan con la gente que a su turno se convierten en curadores de museos, personal de seguridad y críticos de arte. De hecho es una experiencia de arte sin ventanas hacia la calle, sino puesta en esta.
En 2011, Veduta hizo un acuerdo con las municipalidades del área urbana de Lyon (Vaulx-en-Velin, Lyon, Feyzin, SaintPriest, Décines-Charpieu, Villeurbanne, Le Grand Parc Miribel Jonage, Bron and Meyzieu), para ofrecer conjuntamente trabajos en el espacio público, recibiendo artistas en residencia y organizando programas musicales, teatro improvisado, juegos y talleres que involucran cultura visual en todas sus formas
Según Abdelkader Damani, Veduta es una aventura multifacética construida acerca de la creación-recepción. “El punto de inicio es siempre un territorio relacionándose con planeación en términos de desarrollo comunitario, regeneración o solidaridad social, pero obviamente esas no son restricciones absolutas. El sentido es movilizar tantos jugadores urbanos como sea posible para diseñar y participar conjuntamente en las aventuras”.
En un artículo publicado en L´actualité internationales sur RfI, Carmen Lunsmann se refierió a la Bienal diciendo que “no tiene nada que envidiar a su hermana mayor en Venecia”.
Sin duda, en sus 20 años de su existencia se ha consagrado como el evento de arte contemporáneo en Francia que trasciende fronteras y su décimo primera edición se ha calificado como “un viaje a la imaginación” que, según Lunsmann, se despierta a través de actos escenográficos. El primero está relacionado con el azúcar y ocurre en un antiguo almacén de los años 30. “El espectador entra a través de silos enormes. Se levanta el telón con Ulla von Brandenburg, de Alemania, que presenta su Kulissen, una serie de manchas que se abren a un mundo bello y terrible”. Luego está el trabajo del africano Barthélémy Toguo con 55 ataudes que representan a los países de su continente en la penuria y el sufrimiento y remiten al espectador a sus cauces profundos. Y, paralelamente Laura Lima presenta un hombre desnudo que tira las bandas de los pilares del azúcar negro.
El hombre que empuja, según Noorthoorn, es un recordatorio para entender que una exposición es un equilibrio que también puede ser fácilmente desequilibrado. La antigua fábrica de seda inscrita ahora en el patrimonio industrial acoge la Bienal por primera vez. Uno podría creerse en Rio con esos 40 pollos repletos de plumas del carnaval.
Esa entrada da una idea del balance que la Bienal ha construido entre los artistas que provienen fundamentalmente de América (con una remarcable presencia de Latinoamérica), Europa y África. 70% de las obras se han producido específicamente para la Bienal, y las demás nunca habían sido expuestas en Europa. La idea de exhibir lo nunca antes visto responde a la misión de abrir paso a las utopías ligadas a la imaginación del artista y a la posibilidad de si es viable una acción en la sociedad.
En el escenario de la antigua fábrica de seda el holandés Michel Huisman presentó un pez con dos cabezas y dos piernas, 12 metros de largo que envuelve a los visitantes dispuestos. Según el artista es "un pez que se refleja en la idea de que tenemos dos partes del cerebro. Calloso y por lo tanto, es la habitación donde usted puede unirse a los dos, pero también se puede hacer el amor allí”.