EL MoMA SE RENUEVA Y CON EL ARTE LATINOAMERICANO COMO UNO DE SUS PROTAGONISTAS
En el marco de la reapertura del Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, se exhibe desde ayer (21 de octubre) en las Robert B. Menschel Gallerías, ubicadas en el tercer piso, Sur moderno: Journeys of Abstraction (Sur moderno: itinerarios de la abstracción). Destacando los trabajos de artistas como LygiaClark, Gego, Raúl Lozza, Hélio Oiticica, Jesús Rafael Soto y Rhod Rothfuss, el museo celebra la llegada de la mayor colección de arte abstracto y concreto latinoamericano ―donada por la Colección Patricia Phelps deCisneros― a su acervo. Bajo la gestión de la nueva Curadora de Arte Latinoamericano Inés Katzenstein (Argentina, 1970) y las curadoras María Amalia García y Karen Grimson, la exposición explora el concepto de transformación ―en tanto una reinvención del objeto artístico y una mutación del entorno social a través del arte y el diseño― y da la bienvenida al nuevo MoMA y su espacio dedicado al arte latinoamericano.
Según comunicaron desde el museo, Sur moderno está concebida dentro de tres ejes temáticos. En primer lugar, Obras de arte como artefactos, obras de arte como manifiestos, donde se exhiben trabajos que han desplazado las formas convencionales de la pintura y la escultura, cuestiona el carácter autónomo del objeto artístico. Es en esta sección que aparecen obras como Construcción espacial no. 12 (c. 1920), de Aleksandr Rodchenko ―trabajo que refleja la enorme influencia del constructivismo ruso en Sudamérica―, o Broadway Boogie Woogie (1942–1943), de Piet Mondrian, cuya circulación en la escena latinoamericana fue un catalizador para la experimentación de las corrientes cinéticas de artistas como Jesús Rafael Soto y su Doble transparencia (1956) ―en donde el artista venezolano busca transformar la pieza de Mondrian en una experiencia tridimensional―, por ejemplo.
En una segunda instancia, la sección Moderno y Abstracto destaca el rol de los diseñadores y arquitectos que trasladaron al entorno vital cotidiano los principios geométricos que antes eran exclusivos de la pintura, generando, así, una cosmovisión compartida entre los protagonistas de la escena artística y los agentes de otras disciplinas. Sin título (1954), de María Freire, por ejemplo, se muestra junto con materiales de archivo y obras de la colección de Arquitectura y Diseño del MoMA, en una exploración de proyectos públicos y diseño de muebles.
En último lugar, Sur moderno dedica una sección entera a uno de los motivos centrales del arte moderno latinoamericano: la retícula. Se exhiben aquí obras como Reticulárea cuadrada 71/6 (1971), de Gego, o Pintura 9 (1959), de Hélio Oiticica. De esta forma, la exposición propone indagar en la pluralidad de transformaciones y expansiones de la retícula racional. En el caso de Oiticica, por ejemplo, el artista brasileño interrumpió el sistema geométrico tradicional con una serie de rectángulos desplegados orgánicamente; Gego, por otra parte, deformó y expandió la estructura reticular.
Con más de 100 obras de artistas consagrados dentro de la escena latinoamericana, Sur moderno: Journeys of Abstraction―The Patricia Phelps de Cisneros Gift renueva el tesoro del MoMA y pone en valor el carácter global de la producción Sudamericana. La exposición permanecerá hasta el 14 de marzo de 2020.