Frances Morris será la nueva directora de la Tate Modern
Morris asumirá la dirección de la Tate Modern, el museo de arte contemporáneo más visitado del mundo. Será la cuarta en la historia y además la primera mujer, quien asumirá a finales de este año. Además, será la primera ciudadana británica frente a la institución, por la que han pasado hasta hoy tres directores: Lars Nittve de Suecia, el español Vicente Todolí y el actual Chris Dercon, de Bélgica.
En la actualidad Morris es directora de colecciones de arte internacional, y seguirá en ese puesto hasta que tome el relevo de Dercon, que dejará el museo para dirigir el teatro experimental de Berlín Volksbühne en 2017. Con la designación de Morris, la Tate apuesta por una persona de renombre en el mundo del arte y que tiene experiencia con el funcionamiento de museos, incluyendo la Tate Modern, la Tate Britain, además de sus sedes en Liverpool y St. Ives. Morris empezó a trabajar en la Tate como comisaria en 1987, y se incorporó a la Tate Modern, la antigua central eléctrica a orillas del Támesis convertida en museo por los arquitectos Herzog & de Meuron, desde que se inauguró en el año 2000.
La nueva directora, según ha reconocido el propio museo, ha sido clave en el desarrollo del alcance internacional del museo y ha impulsado la presencia de mujeres artistas. Ha estado detrás de grandes exposiciones como la retrospectiva dedicada a Louise Bourgeois en 2007 o la exposición de Agnes Martin el año pasado.
Licenciada en Historia del Arte en Cambridge, la nueva directora tendrá la enorme tarea de asumir en un momento decisivo del museo, que recibe en promedio cinco millones de visitantes al año, y que en el próximo mes, junio, inaugurará una nueva ampliación que ha costado 260 millones de libras y que le dará a la Tate un 60% más de espacio para exponer.
El relevo en la Tate Modern se suma al de otros dos de los de los grandes museos londinenses, que también cambiaron de director recientmente. La National Gallery nombró al italiano Gabriele Finaldi, procedente de El Prado, y el Museo Británico eligió al alemán Hartwig Fischer.