Julio Le Parc inaugurará la nueva estación del Palais de Tokyo, París
Pionero del arte óptico o art “Op” en los sesenta, figura histórica en el arte cinético y epitome del artista anticonformista, Julio Le Parc definió los principios que guiarían su aproximación al arte muy temprano: un certero análisis crítico de la situación del artista y de su rol social, y el esfuerzo de ir más allá de sus contradicciones a través de un compromiso y experimentación continuos.
En una área de 21,500 pies cuadrados, Palais de Tokyo presenta una selección de obras clave de Julio Le Parc (pinturas, esculturas, instalaciones), mostrando tópicos que permanecen en la práctica de este artista de 84 años. Esta exhibición es la oportunidad de descubrir o redescubrir su generoso, lúdico y visionario trabajo, desde 1950 hasta el día de hoy.
La continua influencia de este artista en las generaciones más jóvenes, el redescubrimiento de un arte que precedió muchas de sus manifestaciones, las innovaciones tecnológicas artísticas, y la fuerza de un compromiso que no ha flaqueado nunca, hacen necesaria esta exhibición en el Palais de Tokyo.
“Generalmente, a través de mis experimentos, he tratado de inducir en los espectadores un comportamiento diferente (...) con el fin de encontrar, conjuntamente con el público, los medios de combatir pasividad, dependencia o condicionamiento ideológico, desarrollando la capacidad de reflexión, comparación, análisis, creación, acción”, dice Julio Le Parc.
Para su nueva estación titulada Sol Frío [Soleil Froid], Palais de Tokyo levanta el velo de un mundo paradójico iluminado por una extraña luz donde Julio Le Parc, artista histórico que ha influenciado a muchos jóvenes artistas, la figura tutorial de Raymond Roussel, quien irradió una contra-historia del arte, junto con otras exhibiciones, sitúan al Palais de Tokyo un poco más en el corazón de las fértiles paradojas que nutren la investigación artística...
Julio Le Parc nació en 1928 en Mendoza (Argentina). Desde 1970 ha vivido y trabajado en Cachan (en París). En 1958 Julio Le Parc llegó a París gracias a un beca de estudiante, cuando ya había pintado por más de diez años. En 1960, cofundó GRAV (Groupe de Recherche d’Art Visuel – Grupo de Investigación de Artes Visuales), y con ese grupo participó en la Bienal de Paris en 1963. En esta ocasión, presentó un móvil gigante en el Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, Continuel Mobile, y un trabajo colectivo, Labyrinthe, compuesto de una secuencia de seis celdas enlazadas que sumergían al espectador en un juego participativo de formas y colores, provocando ilusiones perceptivas desestabilizadoras.
Después, en 1966, Julio Le Parc representó a Argentina en la Bienal de Venecia y en esa ocasión recibió el máximo galardón, el Gran Premio Internacional para Pintura. Durante los sesentas, en particular con GRAV, Julio Le Parc probó ser el iniciador de un gran número de modelos estéticos contemporáneos basados en la desmaterialización, el desorden perceptual, la reducción formal, la luz artificial, ambientes, el envolvimiento del espectador, e incluso la explosión de umbrales visuales, preocupaciones que han sido subsecuentemente cruciales para un número de artistas de hoy como James Turrell, Carsten Höller, Philippe Decrauzat, Olafur Eliasson, y hasta Anish Kapoor.
Julio Le Parc es un fiero campeón de los derechos humanos, denunciando las dictaduras de Latinoamérica en los setenta. Su trabajo escrito, como artista independiente y como miembro de GRAV, expresa así mismo un profundo compromiso con la dimensión social del arte y una inquebrantable oposición a las instituciones y el poder.
En 1972, cuando la resonancia de su obra estaba en la cumbre, Jacques Lassaigne, director del Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, le ofreció a Le Parc una gran retrospectiva partiendo de 1959. Pero debido al sentimiento frente a la jornada de batallas anti-institucionales que entonces corrían y tras sopesar los pros y los contras de un proyecto así, Le Parc dijo que había sido “incapaz de tomar una decisión” y echó una moneda al aire para encarar la pregunta.
Cara, aceptaría la invitación; sello, la rehusaría. La moneda cayó boca abajo: la exhibición no tuvo lugar. Posteriormente, Le Parc dio a su trabajo una dirección diferente y tendría que esperar hasta fines de los noventa para experimentar una nueva condición de vida, íntimamente asociada con el renacimiento del arte óptico y cinético.
Entre su más notorias exhibiciones de los años recientes, podemos mencionar “Le Parc Lumière”, presentada en Zurich (Suiza) en 2005 por la Fundación Daros-Latinoamérica (itinerante a México y Colombia), “Suprasensorial, Experiments in Light, Color and Space” (una exhibición colectiva) en 2010–2011, en el Museum of Contemporary Art de Los Ángeles y en el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden del Smithsonian en Washington (Estados Unidos), y “Erre, variations labyrinthiques” en 2011, en el Centre Pompidou-Metz (exhibición colectiva).
Le Parc fue invitado a tomar parte en la Nuit Blanche en París el 6 de octubre de 2012, con dos espléndidas instalaciones, una en el obelisco de la Place de la Concorde y la otra en el Centre Beaugrenelle en París. Obras suyas se presentarán como parte de la exhibición “Lumineux! Dynamique! Espace et vision dans art, de nos jours à 1913”, (Luz! Dinámica! Espacio y visión en el arte, de nuestros días a 1913) que tendrá lugar del 10 de abril al 22 de Julio de 2013 en las Galeries Nationales du Grand Palais, Paris.