LOS CARPINTEROS, EL FINAL DE UNA ETAPA
Después de casi tres décadas de trayectoria y reconocimiento internacional, el colectivo más importante de la escena Cubana se disuelve. Los Carpinteros, el dúo integrado por Marco Antonio Castillo y Dagoberto Rodríguez anunció su separación.
Veintiocho años atrás, apenas se caía el muro de Berlín y el fin de la guerra fría asomaba un nuevo capítulo, en la ciudad de la Habana Alexandre Arrechea, Dagoberto Rodríguez y Marco Antonio Castillo fundaban Los Carpinteros, uno de los colectivos más valiosos para el arte contemporáneo cubano e internacional. Sin embargo, en 2003 Arrechea se desprendería para forjar una carrera individual –exitosa, por cierto-, dejando así al dúo que hoy se asocia con el nombre del colectivo. A partir de ese momento, Rodríguez y Castillo comenzaron una carrera prolífica y notable.
Si bien Castillo ha comunicado de manera firme que el colectivo no existirá más, el artista cubano declaró que tanto las obras que aún no se han finalizado como las exposiciones proyectadas –y que todavía no fueron llevadas a cabo- bajo el nombre del colectivo, serán realizadas. “Sin embargo, además de estos trabajos que quedaron inconclusos, en el futuro no habrá más obras firmadas por Los Carpinteros”, explicó Castillo.
Este grupo de artistas, que se atribuyó el nombre de “carpinteros” por la utilización de madera reciclada en sus primeras obras, posee piezas de su trabajo en colecciones –tanto públicas como privadas- de todo el mundo: Centre Georges Pompidou (París, Francia), Guggenheim Museum(New York, EEUU), Tate Modern (Londres, Reino Unido) y Fundación ARCO (Santiago de Compostela, España), solo por mencionar algunas.
La disolución del colectivo, sin lugar a dudas, es motivo de sorpresa en la escena internacional del arte, pero es también un llamado de atención: la separación de estos dos grandes artistas devendrá, predeciblemente, en una reinvención de ambos artistas.