La Fundación Cintas
La Fundación Cintas es posiblemente más conocida por la beca que cada año otorga a arquitectos, escritores, compositores musicales y artistas visuales de origen cubano.
Es una de las más prestigiosas de su tipo y en el contexto de Miami definitivamente la más importante para la comunidad artística cubana. Hasta el momento han recibido la beca 185 artistas visuales, 21 arquitectos, 81 escritores y 24 compositores musicales de todo el mundo. Esta beca ha ayudado a muchos artistas en momentos difíciles y varios de ellos citan a la beca como el factor decisivo para salvar su carrera artística en el contexto del exilio. Entre los artistas visuales que la han recibido están los nombres de los más importantes de la diáspora, como son Félix González-Torres, Carlos Alfonzo, José Bedia, Luis Cruz Azaceta, Julio Larraz, Guillermo Calzadilla, Cundo Bermúdez, Mario Carreño, Teresita Fernández y Carmen Herrera, entre muchos otros.
Sin embargo, la labor de la Fundación no se limita solamente a la beca, y su visión y objetivos están muy ligados a la vida de su creador y benefactor, Oscar Benjamín Cintas, a pesar de haber sido creada hace cincuenta años a raíz de su muerte. Cintas nació en Sagua La Grande, entonces provincia de Las Villas, Cuba, en 1887. Su fortuna fue mayormente el resultado de sus incursiones en las industrias azucarera y ferroviaria. También fue embajador de Cuba en los Estados Unidos. Un ávido coleccionista, Cintas contó con los consejos de importantes personalidades de su tiempo como fue Alfred H. Barr Jr., por aquel entonces curador del Metropolitan Art Museum de Nueva York. Durante su vida adquirió importantes piezas de grandes maestros y de arte moderno. Entre las primeras pueden mencionarse pinturas del famoso pintor holandés Rembrandt Harmenszoon van Rijn. También coleccionó libros como la primera edición conocida del Don Quijote de Miguel de Cervantes. Su colección además incluía manuscritos; entre los más notables se pueden mencionar una copia del documento conocido como "Gettysburg Address", el único que se sabe firmado por el Presidente Abraham Lincoln. El documento fue donado por él a la Casa Blanca, donde aún permanece. Antes de morir, Cintas confió la administración de su patrimonio al Chase Manhattan Bank, nombrando a Ethan Alyea como asesor jurídico. Uno de sus objetivos era crear una fundación, proyecto que fue alentado por David Rockefeller, otro conocido filántropo de la época. Aunque Cintas falleció en 1957 en Nueva York, sus deseos fueron cumplidos y finalmente se estableció la fundación en 1962 con fondos recaudados a partir de la venta de parte de sus colección. Inicialmente se llamó Cuban Art Foundation (Fundación de Arte Cubano), pero pronto se cambió el nombre al actual en homenaje a su creador. Uno de los propósitos esenciales de la fundación era precisamente brindar apoyo a artistas de origen cubano. Con este fin se creó la beca Cintas, que devino en parte vital del proyecto de la Fundación, y ya en 1963 arrancó otorgando las primeras cinco. Consiste en un estipendio para trabajar por un año, que hoy en día consiste en la suma de $10,000, repartida durante el periodo de la beca. Cada año se anuncian los finalistas y se presentan sus obras en una exposición colectiva. Más adelante se anuncian los ganadores. Este año fueron: Angela Valella en artes visuales, Yosvany Terry en composición musical, y Daniel Castro en escritura creativa.
Los becados a través de los años, desde el 1963, han donado una pieza representativa de su trabajo a la colección de becados CINTAS. Esta colección se va a exponer en la exhibición titulada Impact and Legacy (Impacto y Legado), organizada por el Miami Dade College Museum of Art & Design, como parte de las celebraciones por el quincuagésimo aniversario de la beca. Parte de la programación incluye eventos como conferencias y también una subasta para recaudar fondos para la Fundación, destinados específicamente a mantener las becas. Las obras que se subastarán han sido donadas por los becados.
La beca Cintas desempeña una función de vital importancia para la diáspora cubana. Es una de las pocas instituciones que brinda apoyo directo a los artistas de la comunidad que les ayuda a realizar y promocionar su obra. Sobre todo, años atrás cuando no había casi instituciones que apoyaban a los artistas cubanos, la Fundación brindó los recursos necesarios para que no dejaran de crear, labor que continua hasta nuestros días.