MFAH presenta la Colección Brillembourg Capriles de Arte Latinoamericano

El Museum of Fine Arts, Houston, MFAH inaugurará el 23 de junio la exquisita Colección Brillembourg Capriles de arte latinoamericano, que ha sido un préstamo de largo plazo al museo durante varios años y ha venido siendo objeto de una extensa investigación por parte de curadores y conservadores durante ese tiempo.

MFAH presenta la Colección Brillembourg Capriles de Arte Latinoamericano

La exhibición muestra alrededor de cien obras de la colección privada de Tanya Capriles de Brillembourg, quien ha construido lo que se considera una de los acerbos privados más cualificados del arte latinoamericano del siglo XX. Intersecting Modernities: Latin American Art from the Brillembourg Capriles Collection (Modernidades intersectadas: Arte Latinoamericano de la Colección Brillembour Capriles) estará en exhibición en el MFAH hasta el 2 de septiembre de 2013.

"La colección Brillembourg Capriles cubre el espíritu y la riqueza de la expresión artística de los maestros latinoamericanos a lo largo del siglo XX. Muchos de los artistas representados son raramente vistos en los Estados Unidos, y esta es una extraordinaria oportunidad para ver muchas obras maestras en una misma exhibición" anotó Gary Tinterow, director del Museum of Fine Arts, Houston.

"El Museum of Fine Arts, Houston, y curadores y conservadores han estado trabajando en activa asociación con Tanya Capriles de Brillembourg desde hace muchos años hasta la presente exhibición en Houston" dice Mari Carmen Ramírez, la Curadora Wortham de Arte Latinoamericano del MFAH y la directora del International Center for the Arts of the Americas (ICAA). "El esfuerzo de conservación e investigación, liderado primero por Wynn Phelan y Andrea di Bagno, y más recientemente por la curadora de pintura Zahira Véliz Bomford, ha producido nuevo conocimiento y profundización en el uso innovador de materiales y técnicas muchos de los artistas".

La colección Brillembourg Capriles se distingue por agrupar importantes artistas de Latinoamérica y Centroamérica. La presentación muestra luminarias como Diego Rivera, Fernando Botero, Wifredo Lam, Roberto Matta y Joaquín Torres-García, todos representados por trabajos que reflejan el peso de sus respectivas trayectorias y proveen revelaciones de las innovaciones formales y estilísticas de cada artista. Igualmente la colección contiene un fuerte acerbo de trabajos de Emilio Pettoruti, Armando Reverón, Rufino Tamayo, Antonio Seguí, Armando Morales, Loló de Soldevila y Elías Crespin.

Intersecting Modernities (Modernidades intersectadas) reúne artistas que fueron influyentes en los movimientos avant-garde en Europa, Latinoamérica y los Estados Unidos y cuyas contribuciones al arte fueron puente entre diversos aspectos del modernismo a ambos lados del Atlántico. Naturaleza muerta con limones (Still Life with Lemons) (1916), de Diego Rivera, una obra clave de la exhibición, es emblemática de esas dinámicas de intercambio cultural. La pintura destaca la profunda imbricación del artista con el cubismo antes de que derivara en el muralismo; representa una de sus más atrevidas experimentaciones con el color, el cual usaba para destacar las percepciones del espacio y sugerir la cuarta dimensión.

La exhibición ofrece una visión sin precedentes de obras de Wifredo Lam y Matta, dos artistas que trabajaron en paralelo a mediados del siglo, desarrollando sus propios modelos de surrealismo y exhibiendo ocasionalmente juntos. 17 obras de Lam en la exhibición cubren los años de la llegada inicial del artista en 1938 a Francia, donde se hizo amigo de Picasso, su subsecuente retorno a Cuba en 1941 y sus viajes entre La Habana, París y Nueva York en los cincuentas. Juntas, esas pinturas y obras en papel abarcan los llamados “años decisivos” de la producción de Lam, cuando experimentó y consolidó su estilo, fusionando lesiones aprendidas de la vanguardia francesa con su interés en los temas africanos y afro-cubanos. Ocho piezas de Matta ilustran el crucial periodo temprano en su trayectoria, cuando el artista chileno vivía en el exilio en Nueva York (1939–1948), hasta comienzos de los cincuentas. Estas abordan los grandes hechos de la sociedad moderna, muchos de escala monumental: la guerra, la liberad humana, el conflicto sexual y el impacto de la tecnología.

En las décadas del 60 y del 70, Fernando Botero, otro importante innovador pictórico de Colombia, utilizó un lenguaje visual de inspiración pop para pintar comentarios sobre los acontecimientos actuales y satirizar las figuras políticas en América Latina. Sus personajes y objetos inflados (ahora reconocidos como un estilo inseparable de su firma) son sólo uno de los niveles de unas pinturas muy radicales, que muestran la precisión de un grabador magistral, y un delicado equilibrio entre elementos compositivos y el color.

Estos son sólo algunos de los aspectos más destacados de “Intersecting Modernities” (Modernidades intersectadas), que se centra en los artistas cuyo trabajo involucró diálogos trasnacionales entre América Latina y otras regiones. Ya sea que abarquen aspectos del cubismo, del surrealismo, del constructivismo, del arte pop y de otros movimientos, las obras incluidas en esta exposición ofrecen nuevos caminos para la comprensión de los movimientos de vanguardia internacionales del siglo XX y de las contribuciones globales realizadas por artistas latinoamericanos.

La colección Brillembourg Capriles— junto con la Fundación Gego en Caracas y la Fundación Cruz-Diez en Paris— contribuye al programa “Socios en el Arte” que fue establecido por el Departamento de Arte Latinoamericano del MFAH para brindar préstamos a largo término para su uso en exhibiciones, investigaciones y publicaciones.

Con respecto al tópico de compartir su colección con otros, la renombrada filántropa venezolana Tania Brillembourg remarcó: "El arte debe estar donde la gente pueda verlo, contemplarlo e identificarse con éste. ¿Tener arte en mi casa solo para que la gente pueda venir y decir que tengo buen gusto? Ese no es mi estilo. ¡Nunca!”.

Conservación y esfuerzos investigativos

La colección Brillembourg Capriles Collection ha ofrecido una oportunidad única para que curadores, conservadores y coleccionistas descubran las técnicas experimentales y los procesos individuales de pintura de cada artista, resultando en nuevas apreciaciones académicas e históricas.

Ahondando en la colección, los conservadores investigaron las formas no convencionales en que los artistas emplearon sus materiales para lograr efectos específicos. De este modo, el examen de Figura bajo un uvero (“Woman under a Sea-Grape Tree”) (1920), una temprana pieza maestro del pintor venezolano Armando Reverón, reveló que el artista usaba trapos para aplicar la pintura con espesor. En esas aéreas, la pintura se proyecta delicadamente en la superficie de la obra, otorgando un sentido de tactilidad a la descripción de la luz y las costas del Caribe. Esta es una técnica que, según revelaron los conservadores, no podía lograrse usando pinceles tradicionales. Trabajos del artista nicaragüense Armando Morales muestran una experimentación de otro tipo. Alternando entre el aplicar capas de pintura al óleo y lijando cuidadosamente el plano de la pintura, Morales creó obras con lustrosas superficies no convencionales. Sin embargo, más allá del brillo de la superficie, se revela una textura profundamente tejida de la pintura por debajo de ésta. Los curadores trabajaron para proteger los primeros experimentos con esta técnica, conocida por ser extremadamente frágil, y encontraron que las obras posteriores de la colección Brillembourg revelan cómo perfeccionó su método construyendo superficies cada vez más estables y pinturas monumentales.

La exposición está acompañada por un catálogo con 19 ensayos, biografías de los artistas representados, 180 ilustraciones a todo color y una entrevista de Mari Carmen Ramírez con la coleccionista Tanya Capriles de Brillembourg. El catálogo ha sido investigado y escrito por un equipo de redactores y colaboradores asociados con el Centro Internacional para las Artes de las Américas y es un ejemplo de cómo los proyectos expositivos pueden servir como catalizadores para la producción de nuevos conocimientos.