Man Ray en el Museo de Arte del Banco de la República, Colombia

Por Juan Pablo Zapata

La retrospectiva de Man Ray en el Museo de Arte del Banco de la República de Colombia, curada por Marisa Oropesa, primera en su tipo que se presenta en este país, es un recorrido por la obra de uno más influyentes vanguardistas del siglo XX, que permite participar en la visión de una de las mentes poéticas más lúcidas de su generación. 130 obras, hasta ahora dispersas por Estados Unidos y Europa, muestran "cómo sus ideas pasaron del Dadaísmo al Surrealismo,

Man Ray , Le Violon D'Ingres

Nacido en Filadelfia, 1890, Emmanuel Radnitsk, muere en Paris en 1976. En su tumba del cementerio de Montparnasse, se lee el siguiente epitafio: Despreocupado, pero no indiferente.Aunque sea más conocido como fotógrafo, su obra en general es la del cazador de sombras al acecho de capturar el obscuro objeto del deseo, en ese eterno juego entre Eros y Psique.

Imaginero por excelencia, sus imágenes nos devuelven con la evidencia de lo más próximo, no sólo nuestros más entrañables deseos, sino nuestras abominaciones.

En Le retour de la raison, hay un extraño juego de sombras y desnudo de animal dormido. Junto con Le violon d’Ingres, ese otro desnudo sonoro, nos transporta a la seducción atemporal de la verdadera obra de arte. Les Larmes, muestra lágrimas congeladas para la posteridad, mientras L'heure de l'observatorire/ Lex Amoureux, proyecta los labios de la amada en un panorama infinito. En su obra están, además, esos objetos cinéticos, como el Objeto indestructible, metrónomo cuyo ojo nos observa a medida que nos acercamos; Obstrucción, construido con ganchos de ropa que levitan encima de nuestras cabezas o las planchas Regalos, transformadas en objetos de la ofensa; una escultura-busto de Sade, Mr. and Mrs. Woodman, figurines en posiciones eróticas, autorretratos, obrs de ese juego lúdico de observador-observado y la Cabeza antigua reflejada en el espejo,donde la nostalgia se evidencia con todo su esplendor.

Fetichista per se, Man Ray nos propone un doble juego entre el objeto deseado y el objeto-trofeo que se exhibe, llámese obra hecha, pintura, collage, fotograma, rayografía, o escultura. Se trata en todo caso, de las posibilidades infinitas de esa oscura inclinación de los hombres por plasmar en imágenes, sus ideas, sus temores, sus fantasías, sus deseos más íntimos, sublimados en el tiempo, en eso que nos ha dado por llamar arte.

Porque su arte, es ante todo, una erótica, velada o tal vez sublimada, en la que nostalgia es sinónimo de deseo, conjugados a un tiempo en un eterno presente, en un eterno devenir que siempre recomienza, y que nos dejó en conserva -junto con el azar- ese cadáver exquisito de una generación surreal.

Octubre 15 de 2010 - enero 15 de 2011
Museo de Arte del Banco de la República, piso 3
Calle 11 # 4 – 21, Bogotá, Colombia