Olga de Amaral en La Patinoire Royale - Galerie Valérie Bach
La galería belga anuncia la representación y próxima exposición retrospectva de la artista colombiana Olga de Amaral: Light of Spirit.
La Patinoire Royale – Galerie Valérie Bach se vuelve, el tiempo de una exposición, el templo del espíritu amerindio y de su potente carga espiritual, en conexión directa con el cosmos, a través de la obra intemporal de la artista colombiana Olga de Amaral. Esta artista inclasificable junta con su producción, cuya eterna fuerza bañada en oro, divina y gloriosa materia inoxidable, caracteriza su peculiar modo de expresarse, se presentan aquí, en lo que será su primera retrospectiva en Bélgica, por medio de unas cuarenta obras seleccionadas por excepcionales y que abarcan estos quinze últimos años.
Su luminosa obra vuelve a explorar la tradición textil de América Latina gracias al apelar directamente a los colores, formas, grafismos y materias del mundo precolombino y explotar la hoja de oro o de plata así como los pigmentos naturales del añil, el amaranto, el turquesa y los colores tierra, cual fuegos artificiales sostenidos por música andina.
Su enorme sensibilidad puesta al servicio de una práctica textil minuciosa et de innato gusto por los entrelazados, los mosaicos y los trenzados, hacen que Olga de Amaral sea una mensajera de la espiritualidad ancestral de los Incas para con nuestra sociedad contemporánea, ofreciéndonos así por medio de un sinfín de artefactos, el conmovedor mensaje
de esa inmensa civilización, desaparecida en la primera mitad del Siglo XVI.
La obra de Olga de Amaral que se caracteriza por una gran homogeneidad y fidelidad hacia sí misma, desde hace más de sesenta años, se vería sin lugar a dudas traicionada si tan sólo viéramos en ella una mera manifestación visual para mayor deleite de los ojos y sin más finalidad que esa tan decorativa que sus colores y brillos metálicos le otorgan. El
trabajo telar, de corte y peinado de las fibras textiles, ora libres de cinturones de lino u organizadas en caídas de alámbricas cortinas filares, ora inmersas en el gesso, o también con la práctica del pegado de papel de Japón tensado con cuerda, constituyen otras tantas y sorprendentes técnicas cuya inspiración ha de encontrarse en los conocimientos
técnicos etnográficos de las civilizaciones amerindias y constituyen de esa manera el eje que estructura una producción allende el tiempo, de la cual no podemos decir a ciencia cierta si se trata de obras contemporáneas o de restos arqueológicos.
Una gran potencia emana de esos colores y tonalidades metálicos que van desde el bronce hasta la plata el oro a la nácar, centrando nuestro imaginario en torno a una suerte de lluvia de colores y reflejos, buscando esta fuerza en la de los iconos rusos o los estupas budistas. Estamos pues ante una perspectiva altamente espiritual, casi sagrada, que
la artista aporta en esas obras murales que condensan en lo fino del resultado un proceso creativo que se acerca a la oración o la meditación. Cada obra de Olga de Amaral aparece, en su unicidad y originalidad, como el relato de un viaje interior que nos cuenta las inquietudes al tiempo que las certezas de esta artista que, en la cumbre de su gloria y renombre internacional, sigue practicando su arte como si de una investigadora humilde e incansable se tratara.
La Patinoire Royale-Galerie Valérie Bach
Rue Veydt, 15
1060 Bruxelles
Belgique
www.prvbgallery.com