Oscar Muñoz en La Fundació Sorigué
Una selección personal de las obras más representativas del creador colombiano Oscar Muñoz llega al museo de la Fundació Sorigué con la exposición “Oscar Muñoz: des/materializaciones”, comisariada por el propio artista junto a Ana Vallés, directora de la Fundación. El artista recoge en esta exposición piezas clave en su trayectoria artística así como una visión muy particular de su amplia propuesta artística.
La exposición recupera un total de catorce trabajos de diferentes épocas creados a partir de técnicas que van desde el vídeo, la fotografía y el dibujo hasta recursos no convencionales como el papel quemado, la tintura de café, el vaho y la luz, entre otros. La muestra, abierta desde el 14 de diciembre de 2017 al 17 de junio de 2018, reflexiona en torno a la imagen, explorando con insistencia en los momentos anteriores y posteriores a su fijación en un soporte, evidenciando así su carácter efímero en el tiempo y en la memoria.
“Oscar Muñoz: des/materializaciones” presenta catorce obras creadas en las más diversas e innovadoras técnicas y soportes, desde el video y la fotografía hasta la luz y el vaho. El uso de elementos tan dispares en su trabajo convierte a Oscar Muñoz en uno de los creadores más sugestivos del panorama artístico actual.
Para Muñoz, los elementos vitales como la luz, el agua y el fuego funcionan a su vez como metáfora, medio y soporte de la imagen. El artista pasa del dibujo, la precisión en el trazo y los formatos bidimensionales, a una experimentación muy dinámica con diferentes recursos, en un proceso de desmaterialización. En palabras del propio artista: “He intentado con mi trabajo acercarme a ese instante crítico y decisivo de salvación o destrucción de la imagen; donde se fija, o no, para formar parte del pasado”.
En la planta baja del museo se exhiben siete obras representativas de diversas épocas de la trayectoria de Muñoz. La más antigua de ellas, “Cortinas de Baño” (1985-1986) supone la primera experimentación del artista en un soporte no convencional, en este caso una cortina de plástico. En este mismo espacio, además, se encuentra quizás una de sus obras más reconocidas, “Narcisos” (1995-2009), donde se conjugan polvo de carbón y papel sobre agua. En esta peculiar pieza la imagen se fija solamente cuando el agua se evapora definitivamente. Junto a estas dos piezas dialogan también creaciones más recientes, como “Intervalos (mientras respiro” (2004), una serie de autorretratos en papel quemado y “Re/trato” (2004), video proyección donde el artista se pinta repetidamente un autorretrato efímero con agua sobre una losa al sol. Ambos trabajos poseen fuertes referentes autobiográficos, un rasgo que caracteriza la obra del autor.
En la planta -1 del museo se han instalado seis videoinstalaciones donde destaca con fuerza “El Coleccionista” (2014-2016), una pieza audiovisual compuesta de 5 proyecciones definida por el propio artista como un autorretrato en construcción, “que se va constituyendo gracias a la presencia, también inasible, de una sucesión de imágenes de personajes históricos y de personas de su entorno más próximo, que es apenas sostenida por la luz”. Esta pieza ha sido adquirida por la Fundació Sorigué y es la primera obra de Oscar Muñoz que pasa a formar parte de la colección de la fundación. En esta planta se ubican además obras de diferentes épocas del artista como “Biografías” (2002), cinco video proyecciones donde Muñoz utiliza retratos de personas anónimas tomadas de los obituarios, individuos que ya no están; “Línea del destino” (2006), donde se utiliza el video para situar la imagen fotográfica en un soporte inmaterial; y “Sedimentaciones” (2011), video proyección que recrea una mesa de revelado donde se organizan conjuntos de fotografías, a través de las cuales el espectador asiste a una incesante vida y muerte de la imagen.