PRÓXIMAMENTE: LEANDRO ERLICH ENTRE ÓLEOS Y VIDEOTAPES

En la galería Ruth Benzacar, en Buenos Aires, el reconocido artista argentino Leandro Erlich (Buenos Aires, 1973) inauguró Próximamente. Conocido por sus instalaciones que juegan con la percepción de los visitantes, la exposición que tiene lugar en la galería es una breve mirada al pasado de Erlich, donde este reúne una serie de óleos y elementos que ilustran el proceso formativo de su adolescencia.

PRÓXIMAMENTE: LEANDRO ERLICH ENTRE ÓLEOS Y VIDEOTAPES

“Las pinturas en esta exhibición están basadas en fotografías de mis instalaciones”, manifestó Erlich. “Son, de hecho, más bien retratos del proceso creativo en sí: el acto de elaborar algo nuevo, de contar una historia diferente, de pintar una cosa encima de otra”.

Para quienes siguen la carrera del artista argentino, es una novedad una exposición de tipo autoreferencial. Los trabajos de Erlich han destacado siempre por abordar cuestiones de carácter político y universal (alcanza recordar cuando le “robó” la punta al Obelísco, monumento icónico de la Ciudad de Buenos Aires). Sin embargo, Próximamente, según explicó el artista, emergió de otra exposición, la más ambiciosa que ha desarrollado en Latinoamérica: “Mientras me preparaba para LIMINAL –exposición individual que inaugurará el 5 de julio en el museo MALBA- me encontré pensando en la adolescencia y el caldo que me supo cultivar”.  De esta forma, la muestra que se exhibe en Ruth Benzacar pone de manifiesto el proceso creativo de Erlich y el depósito de ideas que significa su adolescencia.

Transformando la galería en lo que simula un enorme pasillo de cine con sus respectivas carteleras, Próximamente hace un homenaje al cine, toda una escuela para Erlich, y a la vez alude a aquello que todavía no sucedió, aquello “aún no cumplido, latente, próximo”, escribe el artista. Reconstruyendo su juventud, Leandro Erlich invoca en esta muestra a su cinefilia temprana, donde directores como Allan Parker, Sam Peckinpah, Cóppola, Ethan y Joel Coen, y  Antonioni constituyeron todo un imaginario creativo. “Era un lugar pequeño que prometía y frustraba, un buen rincón para estar solo pero acompañado”, dice en referencia a los videoclubes que frecuentaba por la década del 80. “Las tapas anticipaban historias que se revelaban, luego, en el televisor. Esas imágenes al igual que un póster, encendían la imaginación y la curiosidad al tratar de anticipar las historias”.

A poco más de una semana que se inaugure LIMINAL en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), la exposición de Leandro Erlich en Ruth Benzacar se presenta como una oportunidad para poner en diálogo toda su obra con su proceso formativo. La exposición del MALBA, precisamente, es una antología de los trabajos más relevantes de Erlich desde los 90 hasta la actualidad, que para quien haya visitado Próximamente será como observar el resultado final de una ecuación apenas formulada entre óleos y videotapes.