Procedencia y encuentro. Muestra antológica Gego: 1950.1994

Sala Mendoza, Caracas

Por Beatriz Sogbe

Como parte de los eventos organizados por la Fundación Gego, con motivo del centenario del nacimiento de la artista venezolana-alemana, la Sala Mendoza presenta una muestra antológica de la artista, con obras inéditas, curada por Josefina Manrique.

Procedencia y encuentro. Muestra antológica Gego: 1950.1994

Gego (1912-1994) desarrolló toda su obra en Venezuela. Egresada de la Escuela Técnica de Stuttgart, emigra a Venezuela en 1939, justo antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, con el título de ingeniero, mención arquitectura. El conocimiento de estructuras y de espacialidad le permitirá desarrollar a cabalidad su obra futura.

Gego sería docente, dibujante, escultora y grabadora. Destacó en todas las facetas que desarrolló. Será una investigadora constante e innovadora permanente. Toda su obra se resume en una sola palabra: coherencia. Tanto que le permite volver a revisar etapas anteriores logrando, en cada una de ellas, nuevos aportes. En todo su trabajo destaca el uso de materiales poco convencionales, la limpieza de las uniones y el conocimiento de la geometría.

Partiendo de un disciplinado estudio de la línea, que la une con Albers y los artistas de la Bauhaus, devendrá en sus primeras esculturas en hierro. Luego de su pasantía como docente de la Facultad de Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela comienza a desarrollar la “ reticulárea ambiental”. Se trata de figuras geométricas, repetidas y unidas, realizadas en alambres, con elementos muy simples, que ella dobla y logra un desarrollo tridimensional y espacial de las mismas. Es ahí donde Gego se nos revela como la gran artista. En ese momento exalta el nodo. Una junta que se valoriza porque es el detalle central de la propuesta.

Vendrán luego los “ dibujos sin papel” donde prevaleciendo el manejo del doblaje, elimina el marco de las piezas y genera reflejos sobre la superficie proyectada. Aquí el detalle es el elemento protagonista. Tanto las “ reticuláreas” como los “ dibujos sin papel” tienen una cualidad matemática que las hace subyugantes: Funcionan como la “ Banda de Möbius”. Son piezas no orientables, que vibran al ritmo de una cadencia. Son cintas tridimensionales, sin comienzo, ni fin. La obra del artista holandés M.C. Escher (1888-1972) está basada en esa teoría matemática. Gego la decodifica, pero en términos abstractos. Además en ellas Gego valoriza el nodo. Se trata de la junta que une los elementos. En los dibujos ella los elimina. Es el ojo quien une las piezas. En los elementos tridimensionales puede ser el objeto cumbre de la propuesta al ser encuentro y partida.

Hay un punto que la une con su compañero de vida –Gerd Leufert-, no sólo los trabajos que realizaron a cuatro manos, sino también la serie “ listonados” de Leufert. En los “ dibujos sin papel”. Gego elimina el soporte y el marco de la obra, para generar un espacio etéreo y donde la línea no tiene basamento y aparece reflejando sobre la superficie. Leufert toma el marco. El marco como elemento plástico e intervenido, sólido pero a la vez conformador de un espacio, que este sería el negativo del “ dibujo sin papel”.

El análisis de los dibujos, a tinta o acuarela, revela varias migas. Los desarrolla como un ejercicio bidimensional de su trabajo tridimensional. En este caso el nodo no se señala. Queda en blanco la unión. Es el ojo quien une las piezas. También el primer plano esta en un color oscuro. El segundo plano en colores más pálidos. Logra con ello la tridimensionalidad, en una primera mirada. Al analizarlas con detenimiento percibimos que son geometrías imposibles. Engaña al espectador.

Será en las “ tejeduras” donde Gego, en pequeñas piezas de tiras de papel adosadas a un soporte, resumirá todo su trabajo: tejido, uniones sin pega, simplicidad, volumen, color. Las realiza con tiras de papel de cigarrillos, de revistas. Hay influencia de Johannes Itten, Gunta Stölz, pero sobre todo de Anni Albers. Todos tejedores de la Bauhaus. “ Las tejeduras” resumen toda su obra: geometría, líneas, bi y tridimensionalidad, economía de materiales y una excelsa sensibilidad. Gego es ahí formal, pero a la vez, artesana. Destruye para construir un poema.

Finalizo estas líneas con algo que se percibe en todo el desarrollo de la obra. Es una profunda alegría. Hay algo entre los excesivamente racional y lo divertido en toda la obra. Una especie de niño genio jugando con fórmulas matemáticas en su lúdico hacer. Quizás esté ahí el secreto de la fascinación de estas piezas, que se vuelve entre obsesión y placer.

........................................

*Junio 2012