Retratos Pintados
Yossi Milo, New York
Hubo una época en que la fotografía en blanco y negro no se consideraba susceptible de transmitir la viveza y la intensidad que se requería a todo retrato que se preciase.
Es por ello que en Brasil se recurría a la técnica de pintar sobre las fotografías, con el fin de devolver a la carne su sensualidad, y a los ropajes y joyas su riqueza. La galería Yossi Milo nos ofrece ahora una magnífica selección de 150 retratos pintados provenientes de la colección de Titus Riedl, que vivió en el país durante quince años. En las casas de los estados del noreste era común encontrar este tipo de retratos familiares, que se empezaron a realizar a finales del siglo XIX y duraron hasta los años noventa del siglo pasado. En ellos los modelos, a veces grupos familiares completos, otras individuos singulares, otras novios, maridos, abuelas o bebés, eran enaltecidos con los lavados de color que parecían configurarles un estatus casi de icono. Es el caso de las interesantes fotografías que aparecen en las dos primeras páginas del catálogo que acompaña la muestra (realizado por Martin Parr y editado por Parr y Titus Riedl, ha sido publicado por Nazraeli Press este mismo año). En ellas vemos el retrato en blanco y negro de un difunto, y su versión colorea- da. En esta última el personaje aparece sobre un fondo azulado vistiendo un impecable traje y con un rostro animado como si aún estuviera vivo. Así, la misión de la pintura sobre las fotografías era ilustrar las fantasías y deseos de sus poseedores.