Sandra Monterroso presenta Distorsiones e imperfecciones en The 9.99 Gallery
Desde el jueves 27 de abril y hasta el 10 de junio es posible vistar “Distorsiones e imperfecciones”, la nueva exhibición de la artista guatemalteca Sandra Monterroso en The 9.99 gallery.
The 9.99 Gallery presenta su segunda exhibición del año “Sandra Monterroso: Distorsiones e imperfecciones”, una muestra de la obra reciente de Sandra Monterroso. Esta vez, la artista exhibe obra en papel, pintura, escultura y video; y explora, en la selección de sus materiales, temas de memoria histórica, sanación, contrastes entre lo orgánico y lo artificial; y sobre todo, reflexiones y reclamos de una cultura milenaria de la que todos somos parte.
Para esta exhibición, Monterroso ha seleccionado como hilo conductor un material orgánico estrechamente relacionado a la historia del continente americano: el achiote. Por ejemplo, en sus acuarelas es el papel el que está cubierto por una especie de vendaje teñido de este pigmento y otros como acuarela y tinta china. Estos revelan colores terrosos de distintas intensidades que en su conjunto forman una composición de líneas y bloques orgánicos. Para Monterroso, estos pliegos de papel son imperfecciones y distorsiones, pues es la solución de achiote la que se esparce entre las fibras y mancha libremente el papel. El fruto del achiote, nativo de América, ha sido utilizado por las civilizaciones antiguas de todo el continente como pintura para el cuerpo, maquillaje en rituales, para cubrirse del sol, como complemento para comidas y, sobre todo, para sanar heridas. Por eso, para la artista, “estas obras en papel son líneas, fragmentos, heridas y caminos de tierra”. Heridas porque para ella el papel es una piel, y el gesto de teñirlo y cubrirlo con achiote es también un acto de sanación, no solo con el material sino con la historia misma y sus fracturas de violencia, conquista e imposición. La artista pregunta, ¿estaremos empezando a cicatrizar?
A su vez, la idea de imperfección y distorsión tiene una carga política, pues la idea de Modernidad o de Historia son líneas distorsionadas basadas en una concepción de lo ideal o lo perfecto, pero que terminan siendo una falsa ilusión. Es aquí donde la obra nueva de Monterroso se inserta en la posmodernidad de Gianni Vattimo y la teoría decolonial de pensadores como Walter Mignolo. Este último menciona en su texto “La colonialidad: la cara oculta de la modernidad” ; “que la modernidad es una narrativa europea que tiene una cara oculta y más oscura, la colonialidad”. Argumentando así que la idea de utopía moderna es una mirada unilateral impuesta. Para la artista, cuya postura está en una constante crítica ante la crisis de la modernidad, estos postulados también significan una vuelta a los orígenes y las raíces; a la naturaleza, las tradiciones y la herencia cultural, no sin ser crítica y entender que la línea histórica institucionalizada es una contada por los ganadores.
Este es el tema de fondo en la obra “La otra línea histórica, cara o cruz”, de ocho metros de largo y construida con pequeños penachos de plumas negras adheridos a una manta teñida con achiote que forma una línea con monedas de un centavo que ella misma ha recolectado por años. Esta pieza utiliza las mismas plumas del performance “La devolución del penacho de Vucub Caquix” que realizó en 2014, en relación al penacho de Moctezuma. Las monedas nos muestran el rostro de Fray Bartolomé de las Casas, clérigo de la Corona Española involucrado en la conquista, y el escudo nacional, símbolos que Monterroso utiliza para cuestionar la paradoja que existe entre las relaciones de poder de los territorios y preguntarnos si realmente la independencia es un logro que alcanzamos.
Desde el inicio de los noventa, Monterroso ha usado el video como medio principal, partiendo de esa imagen en movimiento para pasar a otras técnicas como la pintura, acuarela o escultura. “Sandra Monterroso: Distorsiones e imperfecciones” presenta una serie de videos con pequeñas acciones que la artista efectúa con su cuerpo y el achiote, pues para ella “el performance es el espacio del ritual” y realizarlas es conectar su cuerpo con esa tradición y magnificar la experiencia de la sanación y la historia. Otras obras de su producción pasada también incluyen elementos como hilos y tintes naturales, cocos o plumas, haciendo del material la conexión entre la historia universal, la historia del arte y nuestra tarea de sanar en el presente.
“Creo que es importante hablar de sanación”, menciona la artista. “No directamente de la herida como un elemento que sigue abierto, sino más bien del proceso de sanarnos. Y el arte es un espacio para eso”, agrega.
Sandra Monterroso prsenta Distorsiones e imperfecciones en The 9.99 Gallery
Desde el jueves 27 de abril y hasta el 10 de junio es posible vistar “Distorsiones e imperfecciones”, la nueva exhibición de la artista guatemalteca Sandra Monterroso en The 9.99 gallery.
The 9.99 Gallery presenta su segunda exhibición del año “Sandra Monterroso: Distorsiones e imperfecciones”, una muestra de la obra reciente de Sandra Monterroso. Esta vez, la artista exhibe obra en papel, pintura, escultura y video; y explora, en la selección de sus materiales, temas de memoria histórica, sanación, contrastes entre lo orgánico y lo artificial; y sobre todo, reflexiones y reclamos de una cultura milenaria de la que todos somos parte.
Para esta exhibición, Monterroso ha seleccionado como hilo conductor un material orgánico estrechamente relacionado a la historia del continente americano: el achiote. Por ejemplo, en sus acuarelas es el papel el que está cubierto por una especie de vendaje teñido de este pigmento y otros como acuarela y tinta china. Estos revelan colores terrosos de distintas intensidades que en su conjunto forman una composición de líneas y bloques orgánicos. Para Monterroso, estos pliegos de papel son imperfecciones y distorsiones, pues es la solución de achiote la que se esparce entre las fibras y mancha libremente el papel. El fruto del achiote, nativo de América, ha sido utilizado por las civilizaciones antiguas de todo el continente como pintura para el cuerpo, maquillaje en rituales, para cubrirse del sol, como complemento para comidas y, sobre todo, para sanar heridas. Por eso, para la artista, “estas obras en papel son líneas, fragmentos, heridas y caminos de tierra”. Heridas porque para ella el papel es una piel, y el gesto de teñirlo y cubrirlo con achiote es también un acto de sanación, no solo con el material sino con la historia misma y sus fracturas de violencia, conquista e imposición. La artista pregunta, ¿estaremos empezando a cicatrizar?
A su vez, la idea de imperfección y distorsión tiene una carga política, pues la idea de Modernidad o de Historia son líneas distorsionadas basadas en una concepción de lo ideal o lo perfecto, pero que terminan siendo una falsa ilusión. Es aquí donde la obra nueva de Monterroso se inserta en la posmodernidad de Gianni Vattimo y la teoría decolonial de pensadores como Walter Mignolo. Este último menciona en su texto “La colonialidad: la cara oculta de la modernidad”[i]; “que la modernidad es una narrativa europea que tiene una cara oculta y más oscura, la colonialidad”.[ii] Argumentando así que la idea de utopía moderna es una mirada unilateral impuesta. Para la artista, cuya postura está en una constante crítica ante la crisis de la modernidad, estos postulados también significan una vuelta a los orígenes y las raíces; a la naturaleza, las tradiciones y la herencia cultural, no sin ser crítica y entender que la línea histórica institucionalizada es una contada por los ganadores.
Este es el tema de fondo en la obra “La otra línea histórica, cara o cruz”, de ocho metros de largo y construida con pequeños penachos de plumas negras adheridos a una manta teñida con achiote que forma una línea con monedas de un centavo que ella misma ha recolectado por años. Esta pieza utiliza las mismas plumas del performance “La devolución del penacho de Vucub Caquix” que realizó en 2014, en relación al penacho de Moctezuma. Las monedas nos muestran el rostro de Fray Bartolomé de las Casas, clérigo de la Corona Española involucrado en la conquista, y el escudo nacional, símbolos que Monterroso utiliza para cuestionar la paradoja que existe entre las relaciones de poder de los territorios y preguntarnos si realmente la independencia es un logro que alcanzamos.
Desde el inicio de los noventa, Monterroso ha usado el video como medio principal, partiendo de esa imagen en movimiento para pasar a otras técnicas como la pintura, acuarela o escultura. “Sandra Monterroso: Distorsiones e imperfecciones” presenta una serie de videos con pequeñas acciones que la artista efectúa con su cuerpo y el achiote, pues para ella “el performance es el espacio del ritual” y realizarlas es conectar su cuerpo con esa tradición y magnificar la experiencia de la sanación y la historia. Otras obras de su producción pasada también incluyen elementos como hilos y tintes naturales, cocos o plumas, haciendo del material la conexión entre la historia universal, la historia del arte y nuestra tarea de sanar en el presente.
“Creo que es importante hablar de sanación”, menciona la artista. “No directamente de la herida como un elemento que sigue abierto, sino más bien del proceso de sanarnos. Y el arte es un espacio para eso”, agrega.
[i] Mignolo, W. (2010), La colonialidad: la cara oculta de la modernidad. Buenos Aires: Ediciones del Signo. Obtenido de: http://www.macba.cat/PDFs/walter_mignolo_modernologies_cas.pdf
[ii]Ibíd, p. 39.