Sin heroísmos, por favor, en el CA2M, Madrid
con Iván Argote, Sara Ramo y Teresa Solar Abboud
Sin heroísmos, por favor es el título de una recopilación póstuma de relatos escritos en su juventud por el novelista y poeta americano Raymond Carver, para quien el valor de la escritura residía en lo cotidiano.
El mismo Carver lo explicaba así: “Hace años leí una carta de Chéjov que me impresionó. Era una especie de consejo que daba a una de las muchas personas que le escribían. Algo parecido a esto: Amigo, no tienes por qué escribir sobre héroes que llevan a cabo actos memorables y extraordinarios. (…) Al leer aquella carta de Chéjov y otras parecidas, y al leer también sus relatos, empecé a ver las cosas de otra manera”.
La exposición, titulada como el libro, gira en torno a la idea de la desmitificación del acto de crear, ya que la propia creación es en sí misma un acto heroico y de reivindicación, en este caso, de la importancia del hecho cotidiano como militancia diaria. Esta muestra se concibe como tres exposiciones individuales de Iván Argote (Bogotá,1983), Sara Ramo (Madrid, 1975) y Teresa Solar Abboud (Madrid, 1985), tres narraciones gestadas como historias independientes pero unidas bajo un mismo título. Tres relatos donde la poética narrativa ha dejado de cuestionarse grandes heroicidades para aproximarnos a territorios particulares. Una metáfora de aquello a lo que una vez se refirió Flaubert cuando advertía que bastaba con mirar algo detenidamente para que se convirtiera en interesante y que, a su vez, el cine ha sabido trasmitir a través del primer plano hacia un objeto, un rostro, un detalle, en principio, sin importancia.
Tres historias particulares, en las que cada uno de estos artistas habla, a través de su trabajo, del hecho de ficcionar la realidad, de subvertirla, de cambiarla, de inventarla e, incluso, de superarla. Unidos por sutiles puntos en común, Iván Argote, Sara Ramo y Teresa Solar Abboud generan relatos lógicos dentro de los cuales se producen contenidos que sobrepasan el funcionamiento de la estructura misma. Estructuras, por tanto, de mirada y uso, reflexiones sobre el cómo observamos o cómo entendemos, alterando lo genérico y convirtiendo, lo anormal en lo normal o, al revés. Y es que la transformación de lo cotidiano a través de sus identidades y sus referentes particulares es quizá el vínculo de unión más destacado entre estos tres artistas, quienes además pertenecen a un lugar y desarrollan su trayectoria en otro -una madrileña que ha realizado casi toda su obra en Brasil; un colombiano que trabaja en Paris y una nacida en Madrid que alude, en algunas de sus obras, a la búsqueda de sus raíces en Egipto, de donde procede su familia materna-, pero también la especificidad del lugar, el uso del absurdo, la generosidad asumida en el propio compromiso con el arte y el sentido del humor son características que aparecen en sus trabajos.
En esta muestra tri-individual, también se aprecian temáticas muy diferenciadas. Desde el absurdo y la alteración del orden establecido en las obras de Iván Argote, que propone en su trabajo vivir experiencias a través de llevar a cabo determinadas acciones compartidas. En este caso, la realización de una acción, Un año al día, consistente en celebrar cada día, durante el período expositivo, el cumpleaños de una persona en una de las salas de la muestra. Esta pieza hace especial hincapié en la idea de la celebración del paso del tiempo como ritual cotidiano y privado para que forme parte de la memoria y documentación de la exposición, descontextualizando así la simbología del espacio museístico al hacer del espectador su verdadero protagonista. La obra de este artista se caracteriza, sobre todo, por un alto grado de humor y por el desarrollo de la performance del absurdo, acciones en las que utiliza la propia cotidianidad de la vida en la ciudad como escenario de sus obras. Iván Argote está interesado en los fenómenos de micro-escala y en los comportamientos lógicos que, a su vez, hacen referencia a los comportamientos políticos, sociológicos y artísticos, en el interés de cómo las estructuras simples producen contenido narrativo y poético. Trabaja con diferentes soportes como el vídeo, la fotografía, la performance, o la escultura. Algunos de los ejemplos de sus obras más destacados son los vídeos-performances de corta duración, donde el artista interviene en momentos de la cotidianidad urbana y del contexto cultural.
Pasando por las transformaciones de los lugares en las obras de Sara Ramo, que ha realizado una instalación específica que juega irónicamente con la idea de síntoma a través de la ejecución de una enorme estructura hecha con diverso material de construcción y concebida como un monstruo arquitectónico, en alusión a la idea benjaminiana de la ciudad moderna que es, al mismo tiempo, ruina contemporánea. Una reflexión sobre la especulación del espacio en las grandes ciudades a través de una pieza que ratifica así la experiencia de habitar un espacio caótico y a medio construir. En cualquier caso, su trabajo es una experimentación con el lugar y con los objetos en un intento de transformación con ánimo subversivo, que encuentra sentido en los códigos absurdos de la lógica poética.
Si cumple años antes del 21 de mayo, celebre su día en el CA2M. Como parte del proyecto Un año al día del artista Iván Argote El CA2M organizará una fiesta de cumpleaños para usted.
Y por último están, los procesos de investigación y la superposición de espacios de Teresa Solar Abboud, que reflexiona sobre el aprendizaje del habla y la importancia de la comunicación a través de la repetición de imágenes ya creadas. De hecho, las referencias espaciales y los lugares limítrofes suelen ser los temas genéricos en el trabajo de esta artista. Así como la búsqueda constante de escenarios cinematográficos y lugares concretos sobre los que se produce una nueva relectura a partir del paso del tiempo. Genera así, un lugar nuevo, un límite que no es exclusivamente físico, sino que moldea el espacio existente mediante el lenguaje del espacio fotografiado. Las imágenes se superponen al espacio al tiempo que se suceden, superponiéndose sus significados, y convirtiéndose en lenguaje visual una vez leídas. Así, el espectador enlaza las imágenes en el espacio de su cabeza, trasladando el hecho físico de la imagen proyectada sobre el espacio, al hecho metafísico del lenguaje proyectado sobre la imagen. La mayoría de su obra se concibe como un proceso de investigación que materializa a través del vídeo, la fotografía o la instalación. En este caso, la artista nos transporta, en los dos vídeos de la muestra a escenarios de películas en un proceso de deslocalización de las imágenes y de fricción entre lo ficticio y lo real. Una obra de sofisticación donde se superponen ideas, conceptos materializados, en este caso, a través de una instalación formada por un elemento escultórico y una gran estructura de madera que recuerda a un gabinete de logopeda.
Y es que esta muestra no ofrece una narración lineal, por el contrario, propone participar de diferentes experiencias y reflexionar sobre la relación entre superficie y profundidad, entre lo que está expuesto y lo que se esconde detrás. Es, en realidad, una invitación a observar de frente lo que se escapa por el rabillo del ojo, pero eso sí, las tres propuestas, concebidas Sin heroísmos, por favor.
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Curadora: Tania Pardo