Tierras Fronterizas Transpacíficas: El Arte de la Diáspora Japonesa en Lima, Los Ángeles, Ciudad de México y Sao Paulo
Con este decimoctavo posteo, Japanese American National Museum, Tierras Fronterizas Transpacíficas: El Arte de la Diáspora Japonesa en Lima, Los Ángeles, Ciudad de México y Sao Paulo, forma parte de Pacific Standard Time: LA/LA, una profunda y ambiciosa exploración del arte latinoamericano y latino en diálogo con Los Ángeles que se extenderá a lo largo de cuatro meses en más de 70 instituciones culturales del sur de California. Las fechas de la exposición son del 17 de septiembre 2017 hasta 25 de febrero 2018. La Getty Foundation brinda apoyo a esta colaboración cultural sin precedentes con más de $16 millones en subsidies. El patrocinador oficial es Bank of America.
Transpacific Borderlands: The Art of Japanese Diaspora in Lima, Los Angeles, Mexico City, and São Paulo (Tierras Fronterizas Transpacíficas: El Arte de la Diáspora Japonesa en Lima, Los Ángeles, Ciudad de México y Sao Paulo) examinará las experiencias de los artistas de ascendencia japonesa que nacieron, crecieron o residen tanto en América Latina como en barrios predominantemente latinos en el Sur de California. Los curadores son Jaime Higa de Lima, Peru; Kris Kuramitsu de Los Angeles; Miho Hagino de la Ciudad de México; Michiko Okano de Sao Paulo. El catálogo, publicado por el museo con obras ilustradas a color, presenta ensayos de los cuatro curadores y de especialistas sobre los temas de inmigración y diversidad a través de todo América. Es editado por Emily Anderson y publicado por el museo.
La diáspora japonesa ha sufrido la influencia de acontecimientos históricos a nivel mundial. Perú, Estados Unidos, México y Brasil acogieron las mayores oleadas de inmigrantes japoneses, especialmente por su necesidad de mano de obra. Académicos de estudios asiático americanos y latinoamericanos han investigado las experiencias de inmigración histórica en las Américas, pero pocos, si los hay, han analizado la obra de artistas de ascendencia japonesa en estas regiones así como su contribución a este amplio paisaje cultural. Tierras Fronterizas Transpacíficas se centrará en el arte y artistas de estas cuatro cruciales regiones.
Perú, el primer país latinoamericano en abrir sus puertas a Japón, tiene una larga y rica historia de integración japonesa que culminó con la polémica presidencia de Alberto Fujimori. La gran población nikkei peruana produjo un número importante de artistas que abordaron una variedad de temas humanos y sociales en su trabajo, a menudo vinculados a los eventos destacados y temas de sus respectivas generaciones. Entre los artistas presentados en esta exposición se hallan Patssy Higuchi, Sandra Nakamura y Eduardo Tokeshi.
Una mirada más reflexiva e individualista prevalece en México. Curiosamente, para ciertos artistas en este país, la religión ofrece una vía indirecta a través de la cual exploran las tensiones e intersecciones entre las culturas orientales y occidentales. Yuriko Rojas Moriyama, Kiyoto Ota y Taro Zorrilla.
El crisol cultural cosmopolita de Brasil ha animado a los nipo-brasileños a desarrollar una presencia cultural fuerte y cívica en ese país. Los artistas nipo-brasileños como Magdalena Hashimoto Cordaro y Erica Kaminishi tienden a explorar los temas de identidad de manera más amplia, a raíz de una variedad de fuentes culturales, de modo confiado y viéndose a sí mismos como parte de un ecosistema cultural dinámico en el que su linaje japonés es tan generador como la sociedad mixta que les rodea.
En Los Ángeles, donde los latinos representan una importante mayoría de la población, es la mezcla de tradiciones y sensibilidades de alrededor del mundo las que han influido en la cultura desbordantemente multiétnica de la ciudad. Ichiro Irie, Shizu Saldamando, Kenzi Shiokava y Shinpei Takeda dan muestra de una comprensión fluida y compleja de identificaciones culturales múltiples, contingentes y concurrentes.
Los métodos de elaboración de arte preferidos de los artistas de Tierras Fronterizas Transpacíficas son diversos, abarcando desde lo tradicional a lo experimental. Las obras ilustran perspectivas de la experiencia nipolatinoamericana de manera directa, metafórica, y/o abstracta. La exposición pondrá de relieve la influencia de las raíces étnicas, la mezcla racial, y los conceptos de patria y cosmopolitismo en la creatividad y estética de esta cultura híbrida. También proporcionará un registro visual del arte contemporáneo nipolatino y contribuirá a la comprensión de la identidad en un mundo en el que el significado de raza y etnia está en constante evolución.
En el próximo posteo profundizaremos en la exposición del Skirball Cultural Center, Another Promised Land: Anita Brenner’s Mexico desde 14 de septiembre a 25 de febrero, 2018.