UN CORAL DE ARRECIFE EN MEDIO DE VENECIA
En el marco de la 58º Bienal de Venecia: May we Live in Interesting Times, el artista colombiano-americano Federico Uribe exhibe Plastic Coral Reef Installation (Instalación de Arrecife Coral Plástico). La ambiciosa instalación producida con desechos plásticos se expande por las paredes y el suelo de dos habitaciones del palacio ubicado a metros del emblemático Puente de Rialto, representando un coral marino.
En función de la crisis climática que amenaza al planeta desde las últimas décadas, Uribe dedicó su exhibición en la Bienal a reflexionar sobre un tema no menor: el plástico.
“Plastic Coral Reef Installation refleja cómo la actividad humana puede influir en los organismos de arrecifes y en los ecosistemas marinos de todo el mundo”, explicó el artista. “Si bien no podemos detener el gran impacto del calentamiento global en la salud de los corales a corto plazo, ciertamente podemos reducir la contaminación plástica. Mi obra debe hacer que el espectador reflexione sobre el uso indiscriminado del plástico”.
El arrecife plástico construido por Uribe es un enorme ecosistema donde conviven botellas, cubiertos plásticos, tapas, envoltorios, tanzas de pesca, bidones y todo tipo de desechos plásticos que se encuentran hoy en la deriva del océano, como si fueran un elemento más del paisaje. A primera vista, la instalación refleja un coral hermoso y colorido, tal cual a los que existen en los ecosistemas marinos. A medida que el espectador se aproxima, la realidad es otra, es plástica. “La idea es pensar en la presencia de la Naturaleza y, a su vez, devolverle lo que se le quitó: especies marinas y corales que están en peligro por el consumo excesivo de plástico”, comentó Uribe. De esta forma, a partir de lo que el artista latinoamericano denomina “instinto estético”, Plastic Coral Reef Installation activa sensorialmente al espectador desde una dialéctica entre el ecosistema marino, colmado de vida, como objeto de representación y los desechos plásticos utilizados como medio, potencialmente destructivos de aquello que representan. Y, como si fuera poco, ubicado en el corazón de Venecia, ciudad que flota en el Mar Adriático.
“La distancia, la proximidad y la percepción son factores clave en la interconexión entre la obra de arte y sus espectadores”, asegura Facundo Uribe. “Este falso arrecife que revienta con colores y transporta al espectador bajo el agua a un oasis tropical, lo enfrenta también a un vibrante mundo submarino que nos recuerda la fragilidad de la vida”.
Montada en las salas 8 y 9 del Palazzo Bembo, frente al Gran Canal, Plastic Coral Reef Installation se complementa con un paisaje sonoro creado por el productor e ingeniero brasileño Álvaro Alencar, en colaboración con el músico y compositor chileno Sebastián Selam.