WOMEN WEAVERS, UNA EXPOSICIÓN COLECTIVA QUE EXPLORA LA CONSTRUCCIÓN DE MUNDOS A TRAVÉS DEL TEJIDO

El 14 de septiembre TBBox Art & Ideobox ArtSpace inaugura Women Weavers: The Warp of Memory  (Mujeres tejedoras: la urdimbre de la memoria), una muestra colectiva que incluye artistas de todo América curada por el Colectivo Curatorial Aluna.

WOMEN WEAVERS, UNA EXPOSICIÓN COLECTIVA QUE EXPLORA LA CONSTRUCCIÓN DE MUNDOS A TRAVÉS DEL TEJIDO

Con obras que datan de 1973 hasta la actualidad, la exposición, Women Weavers: The Warp of Memory explora la creación de mundos a partir de la figura mítica de Aracné que interpretan los tejidos de diversas artistas. La exposición propone una mutación del acto de tejer en una práctica que alude a la memoria colectiva añadiendo nuevos hilos que vinculan mundos. Así, las artistas traducen el legado de las culturas ancestrales a la escena del arte contemporáneo. Como resultado, las obras proponen al espectador atravesar sigilosamente el hilo que una la figura de tejidos de estas Aracnés contemporáneas.

Asimismo,  partir de la técnica se comprende  esta cosmovisión del tejido como poiesis. “La palabra textil proviene del latín ‘texere’ que significa ‘tejer’, ‘trenzar’ o ‘construir’ y es la raíz común de las palabras texto y tejido”, explica el texto curatorial de le exhibición.

Entre las obras presentadas se destacan los trabajos de artistas con gran trayectoria como Olga de Amaral (Colombia 1932), Stella Bernal de Parra (Colombia 1932), María Angélica Medina (Francia 1939) y Cecilia Vicuña (Chile 1994).

Además, constituyen la muestra artistas de carácter alternativo como Rachel Schwartz que utilizó cintas de casetes de música moderna para tejer un tapiz de color oscuro y textura flexible; Agustina Woodgate que compone alfombras abstractas con residuos de animales de peluche desechados; o Sylvia Denburg que construye mapas cosidos con los huipiles tradicionales que han descartado las mujeres nativas de Guatemala. 

En la antigua mitología andina, donde los mensajes y la historia se transmitían a través de textiles, existía la creencia de que al morir las almas emprendían una travesía hasta llegar a un lugar donde soplaba con gran poder el viento entre los collados. Entonces sus vidas y obras adquirían la forma de un tejido y sólo resistían ese paso los tejidos urdidos con fuerza suficiente. Este es, precisamente, el caso de todas las obras incluidas en Mujeres tejedoras: la urdimbre de la memoria.