Abdul Vas
Casado Santapau, Madrid
El argumento del proyecto expositivo que plantea, con este nuevo proyecto de Casado Santapau al que nos referimos, está dentro de toda esta ingente proyección de elementos, pero habla específicamente de la relación de esta nueva especie de pollos humanoides con las máquinas. En concreto, con los grandes artefactos de transporte de mercancía por carretera, símbolo del poderío imperialista norteamericano: los camiones de Navistar. Y es que, en el inventado universo de Vas, los pájaros -en un intento por encontrar en los confines de la galaxia a los AC/DC- se han mezclado con estas super máquinas dando lugar un híbrido al más puro estilo “Jayce et les Conquérants de la lumière”. Los dibujos de esta serie aluden a la simbiosis de estos superpollos con el nuevo modelo de camión Lonestar y sus rutas comerciales para transportar el mensaje de la nueva raza.
La obra interdisciplinaria de Abdul Vas, que como él, es difícilmente clasificable, se relaciona con artistas de directa referencia en la historia de vanguardia como James Ensor, con las operaciones del expresionismo alemán o con las ideas más radicales de la transvanguardia italiana. Su trabajo aborda, más concretamente dentro del contexto español, un nuevo lenguaje que nada tiene que ver con la construcción de un discurso sólido, más o menos adecuado a los cánones imperantes, al que estamos acostumbrados. El trabajo de Vas no es común. No está dentro de un canon, de ninguna escuela. No tiene maestro al que aferrarse. Está puramente contaminado. Es poluto. Bizarro. Macarra. Y por ello, al no responder a ninguna fórmula, a ninguna ley y a ningún control, es uno de los planteamientos más atractivos dentro de nuestro anodino y templado panorama de trabajo.