Adriana Carvalho
Art Center South Florida, Miami
101 Dresses (101 Vestidos) es la más reciente exhibición personal de la escultora brasileña Adriana Carvalho. La muestra es una mirada retrospectiva a su obra en los años en que ha sido artista en residencia del Art Center South Florida, en Miami Beach.
Carvalho es conocida por sus icónicos “vestidos de metal”, que han devenido en su sello personal. El título de la exposición deriva de cómo sus esculturas son percibidas: como vestidos.
Su obra podría interpretarse como una recreación del mundo femenino, sobre todo por las piezas en las que “reproduce” encajes en mallas de metal, y en las que luego “borda” frases cursis, desde las típicas de la adolescencia hasta las más rebeldes. Inmediatamente vienen a la mente las usuales percepciones sobre la femineidad, por la inequívoca asociación a la moda, la vanidad y el sentido de embellecimiento de la mujer. Sin embargo, al acercarnos apreciamos la dicotomía visual entre lo que asumimos como telas y la realidad del material utilizado, fundamentalmente metales como el acero, el aluminio y el cobre. La aparente delicadeza de sus creaciones contrasta con la dureza del material y con el uso de elementos agresivos como espinas y textos que pueden resultar chocantes u ofensivos.
La sensualidad de sus obras induce una sensación de placer hedonístico y estético, que sin embargo puede ser interrumpido por la comprensión de que Carvalho está trayendo a colación temas más apremiantes. Al presentar lo que aparentemente se percibe como femineidad, que a veces se interpreta como vulnerabilidad de la mujer, Carvalho aborda el papel de la mujer en la sociedad contemporánea y la percepción que se ha construido de ella en un imaginario común a lo largo de siglos.
La sexualidad femenina es una constante en toda su obra, algo que ella ha explorado ampliamente al “hacer” ropa interior femenina, y artefactos como cinturones de castidad; y sobre todo con sus series de fotografías, en las que posa “vestida” con sus obras. Como otras artistas que tratan esta temática, Carvalho ha sido influenciada por Frida Khalo, a quien rinde homenaje con una instalación.
Katrina, una pieza de su serie Road-Kill - Loss of Innocence ( Atropellado-Pérdida de la inocencia) contrasta con el resto de la muestra. La obra consiste en uno de sus vestidos aplastado por un semáforo, logrando una tensión física entre los dos elementos y creando una ansiedad en el espectador que ve uno de esos vestidos preciosistas parcialmente destruido.
Con humor y sarcasmo Carvalho sacude las preconcepciones que se puedan tener sobre un “objeto lindo”, como podrían parecer sus esculturas. En su obra la belleza estética es sólo una máscara detrás de la cual se ocultan las heridas emocionales, un modo de dolor y pérdidas que revela la memoria femenina colectiva.