Alessandra Sanguinetti

Una intimidad compartida ...“ Una fotografía es un secreto de un secreto. Mientras más expresa, menos se sabe”... Diane Arbus.

Por Amalia Caputo | abril 28, 2010

Una de las características que ha definido a la fotografía como medio es su capacidad voyeurística. El acto de mirar, entrar, hurgar en la vida de otros, como en la propia. Hacerse con el acto de romper el espacio de intimidad que existe entre el mundo privado y el público. La obra de Alessandra Sanguinetti ha estado vinculada a ese gesto de mirar la vida de otros para entender y recrear la propia. Desde hace una década, Sanguinetti ha desarrollado fundamentalmente dos proyectos paralelos, “En el sexto día” (On the Sixth Day), en el que entreteje la compleja relación entre los granjeros y los animales del campo; y “Las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus sueños” (The adventures of Guille and Belinda and the enigmatic meaning of their dreams), en la que registra la cotidianeidad teñida de fantasías de dos niñas del campo desde sus años preadolescentes hasta hoy. Ambas series relacionan historias de la propia infancia de la artista y su convivencia en el campo con la vida de los otros, aquellos que viven el día a día en La Pampa, nacen, crecen y mueren allí, bien sean humanos o animales.

As de Espadas, 2004. From the series “The Adventures of Guille and Belinda and the Enigmatic Meaning of their Dreams” / De la serie “Las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus sueños”. Courtesy/ Cortesía Yossi Milo Gallery, N.Y.

En la obra de Sanguinetti, está presente la reflexión acerca de la íntima conexión que existe entre ciertos hitos tales como la infancia y la adultez, la vida y la muerte, en una dialéctica permanente. Así como la sensación de no saber si estamos ante imágenes encontradas o simuladas2.

Sanguinetti combina en su trabajo la dualidad del que encuentra y del que crea, y registra el paso del tiempo en las vidas de los seres que retrata, ejercitando así el más puro verbo del acto de fotografiar. Tal como ocurre en las cartas del Tarot, en donde la muerte representa no solamente al acto de morir, sino la idea de cambio y regeneración, la obra de Alessandra Sanguinetti ha hurgado en este espacio de flujo y mutación entre opuestos, creando una intimidad compartida por ambos.

Entrevista con Alessandra Sanguinetti.

AC: ¿Desde dónde abordas la fotografía como medio?

AS: Hago fotos por las mismas razones que otras personas trabajan en fotografía, es una manera de contar una historia a partir de algo real y detiene el tiempo. Me interesa construir algo a partir de algo ya existente, vivirlo, recrearlo, y llevarlo a la narrativa que uno quiere. Traducir visualmente lo que son las ideas que uno tiene de lo que es la vida.
Me interesa mucho la idea del cuestionamiento a la fotografía como medio, la veracidad y la ambigüedad que poseen las imágenes. Me llama la atención la “fidelidad” o incuestionabilidad que posee la palabra escrita versus el constante cuestionamiento de la imagen. La exigencia que sufre la fotografía en los medios mientras que no se cuestiona en igual medida el peso de las palabras. Una palabra puede cambiar totalmente el sentido a un texto, a una noticia.

AC: ¿Puedes explicar de dónde surgen los proyectos a muy largo plazo que has desarrollado en los últimos años, las series Las aventuras de Guille y Belinda y el enigmático significado de sus sueños y En el sexto día?

AS: -Ambas series están interconectadas temporalmente, son series que se hicieron y se siguen haciendo paralelamente. He ido siempre al campo, La Pampa, en Argentina, a unos 300 kilómetros de Buenos Aires. Allí pasaba todos mis veranos. Cuando regresé de Nueva York a Buenos Aires a finales de los 90, me planteé volver al campo a fotografiar. Comencé a trabajar en El sexto día como parte de un proyecto a largo plazo. El campo me conecta emocionalmente con mi infancia, es donde viven todas las historias importantes de mi pasado, allí aprendí todo, también a entender la vida y la muerte. En el campo está presente todo lo bueno y todo lo malo de la vida. Es muy crudo, la pampa no esconde nada. Me interesa reflejar esa desnudez en mi obra, las relaciones que se establecen con los animales, entre los humanos, la presencia constante de la dualidad vida-muerte. Allí en el campo, fue donde conocí a Guille y a Belinda y comencé a registrarlas en video – entonces tenían unos 9 y 11 años -hoy día tienen 17 y 19-. Les llevaba disfraces, las ponía a jugar y a bailar y ellas lo encontraban muy divertido. En el campo no hay mucho. Y comenzó una especie de juego entre nosotras, cuando ellas estaban dispuestas, yo las dirigía y ellas actuaban. Poco a poco empecé a hacerles fotos y luego la fotografía tomó mayor fuerza en el proceso, ya que es el lenguaje en el que me siento más cómoda y domino más. El empezar a trabajar con ellas en video fue lo que me hizo posible fotografiarlas. Así, las he fotografiado durante unos 9 años. Ahora ya son mayores, una ya es madre. No somos amigas, pero hay un pedazo de intimidad compartida... ellas saben que cuando llego, si ellas lo desean, las fotografiaré.

AC: ¿Consideras a ambas series como una suerte de narrativa visual? ¿Es para ti cada imagen un “momento decisivo”? 3

AS: Las fotos de ambas series existen independientemente la una de la otra, pero todas juntas construyen una narración, es un proceso registrado, el todo es la interdependencia de la serie. La reflexión acerca del tiempo y la narración que se crea a partir de una imagen y la anterior, y la siguiente.

AC: ¿Puedes profundizar un poco sobre la relación de tu obra con la infancia y la adolescencia?

AS: Siempre me he cuestionado a la adolescencia como una desilusión de la vida misma. Los niños son adultos en potencia, el mundo de nuestra adultez está predeterminado o es consecuente con la infancia que vivimos. Nosotros mismos somos reflejos absolutos de todo lo que hemos visto, etc. Siento que en la infancia aparecen pequeñas profecías de lo que será la vida de una persona. La infancia determina el contexto y la personalidad en la que una persona se va a desenvolver por el resto de su vida. ¿Qué capacidad tenemos entonces, de controlar el destino? ¿Cuánto puede uno cambiar a partir de lo que ya ha vivido?

AC: En ambas series En el sexto día como en Las Aventuras de Guille y Belinda... se siente la presencia de la imaginería cristiana/ católica, ¿puedes comentar acerca de ello?

AS: De niña me impresionó siempre la religión cristiana, la violencia con que se manifiesta. Sus imágenes de sufrimiento, sangre y muerte, me fascinaban y confundían, al ser tan hermosas y repelentes a la vez. De Caravaggio a Carrie (la película), eran el material de mis pesadillas e imaginación. Seguramente se filtra algo de esa estética en mi trabajo. Pero mas conscientemente, El sexto día se titula así en alusión al día bíblico que Dios le concedió dominio al hombre sobre todas las criaturas de la tierra. Sea uno religioso o no, este pasaje describe la actitud sobre la naturaleza que ha prevalecido en el mundo occidental. Por otra parte, a Guille y Belinda les divertía recrear las imágenes religiosas de los posters y pinturas que las rodeaban y a mí me interesaba ver cómo ellas las adaptaban a su contexto, y se las apropiaban.

AC: Has sido seleccionada recientemente como fotógrafa “nominada” por la Agencia Magnum Photos, ¿Qué expectativas tienes con respecto este nombramiento?

AS: De Magnum siempre he respetado a muchos fotógrafos, ha sido un referente dentro de mi trabajo y mi formación como fotógrafa. Mi intención es hacer algo distinto de lo que usualmente he hecho, generar proyectos nuevos, salirme un poco de mí misma.

1 “Diane Arbus” – por Doon Arbus. An Aperture Monograph (1972)
2 Jean Baudrillard señala en Simulations, Semiotext(e),1983, que “La propia definición de lo real se ha convertido en: aquello de lo que es posible entregar una reproducción equivalente” La idea del simulacro como verdad refiere a la obra de Sanguinetti en tanto que paralelamente registra de forma documental y recrea territorios y fábulas, lo que Baudrillard llamaría entonces, lo hiperreal. N. de la autora.
3 Henri Cartier-Bresson publicó en 1952 el libro Images à la Sauvette, traducido al ingles como The Decisive Moment. En el ensayo introductorio, Cartier-Bresson cita al Cardenal de Reitz con la frase “ There is nothing in the world that does not have a decisive moment!” Para Cartier-Bresson, este momento decisivo se traduce en el instante en el que el fotógrafo encuentra y captura en fracciones de segundos a una determinada composición, Es el momento intuitivo que representa disparar el obturador de la cámara, como una reflexión a la importancia del “instante” fotográfico, único e irrepetible. N.de la autora.

*Amalia Caputo es artista y crítico de arte independiente radicada en Miami.