Angela Valella
ArtMedia, Miami
¿Cuáles son las aplicaciones de un título como éste? Podrían ser tomadas de un manual de cualquier tipo, instruyéndonos sobre cómo pegar un papel de colgadura, vendar una herida, o hacer cualquier tipo de ensamblaje industrial.
Esta instrucción genérica es tan vaga que es casi muda, pero encaja perfectamente en la nueva exhibición de Angela Valella, que se refiere igualmente a los sistemas no específicos y a los pasos involucrados en el proceso y consumo de imágenes.
Es un título estéril, que huele a fábrica y que marca el inicio de la novísima sensibilidad de Valella. El impulso creativo de la artista, escritora, curadora y educadora, residente en Miami, es justamente tan lábil y capaz de asumir múltiples formas. En los últimos años ha exhibido pinturas en collage y sagaces trabajos en páginas arrancadas del Infierno de Dante y de otros libros. Más recientemente, como parte de la serie de exhibiciones de The Nightclub, presentó una video instalación, con un metraje filmado en una montaña y proyectado en un canto rodado de mediana dimensión. La pieza, titulada One Must Imagine Him Happy, (Uno debe imaginarlo a él feliz) es un gesto de asentimiento a la conclusión de Camus en El mito de Sísifo. También insinúa una corriente literaria fluyendo a través de la heterotopía creativa de Valella. Para Apply it to this Side, Valella presenta un proyector escultórico On Being Slightly Suspicious (Acerca de ser un poco sospechoso), (2013). Sobre una tabla de madera en el centro de la galería, dos iteraciones del mismo video (con ediciones diversas) brillan a través de un plexiglás multicolor enfundado y de objetos opacos. A medida que las imágenes fluctúan y se construyen una sobre otra, la banda de sonido que las acompaña emite clics, pitidos y zumbidos. El efecto de este sincronismo es un set de producción de imágenes vagamente industrial.
Más allá de la escultura, dos series de trabajos expanden el despliegue de los temas de producir, editar y ver imágenes. La serie Afterimage (Post-imagen) está formada por collages escaneados de capas de diferentes colores y formas de papel transparente. Esas composiciones gráficas están ejecutadas de modo tan casual como delicado. Si parecen muy similares a las imágenes producidas por la escultura, probablemente es porque ambas están construidas con filmes reciclados. No obstante, la simple semejanza empuja al acetato a un reino alegórico, afirmando hasta qué punto las pantallas son tanto un soporte como un oscurecimiento de la mirada. Con todo lo que actualmente se habla de las pantallas (digitales, por supuesto) y de sus efectos en la percepción, Valella es lo suficientemente astuta como para aproximarse a las mismas inquietudes virtuales desde una posición análoga.
En todo momento, Apply it to this side reconoce el juego final antes que las huellas de los pasos hacia atrás. La serie “Guided Tour” (Tour guiado) es un impertinente recorrido a través del libro Historia del arte de Janson. Es un gesto simple: hojas de papel fotográfico digital en blanco borran 99% de la imagen canónica. De cualquier modo, el gesto es más elegiaco que parricida, como si aún la historia existiera en los intersticios. El sentimiento de ausencia está referenciado de modo oblicuo en la pieza final del show, Eliot, en la cual un cilindro de arcilla sin hornear modelado a mano testimonia un tiempo anterior a la era del plástico. Con sólo seis pulgadas de alto, es casi neolítico, no modernista, como el título sugiere. Como objeto, se alza en completa oposición al resto de la exhibición. No obstante, su título alude a La tierra baldía. Tal como esta exposición, ese poema está compuesto por visiones dispares enlazadas entre sí. Más aún, en ambas instancias, mucho de lo más interesante ha sido dejado afuera deliberadamente.