Atelier Morales
Curator’s Voice, Miami
Peregrinos (Pilgrims) es el título de la más reciente serie fotográfica concebida por del dueto creativo Atelier Morales y el título de la muestra que de esta serie nos presenta el Curator’s Voice Art Projects, en Miami. Este colectivo de origen cubano y radicado en París e integrado por Teresa Ayuso y Juan Luis Morales, asume el hecho fotográfico como una pesquisa a tra- vés de la historia y la memoria colectiva.
En el caso específico de Peregrinos, la serie explora esa necesidad tan intrínseca a la naturaleza humana de veneración. A tal efecto, la pareja se ha entregado a una suerte de peregrinaje por las urbes más dispares, recogiendo en cada una de ellas, motivos de adoración de la era contemporánea. Aparecen así íconos de veneración colectiva de la naturaleza más diversa que van desde ídolos del entertainment, figuras políticas, creencias populares y leyendas urbanas.
Ante nuestros ojos desfilan, uno tras otro, mitos contemporá- neos de naturaleza ecléctica: Chaplin, El Che, Frida y Diego, la princesa Diana, Serge Gainsbourg, Hemingway, Lennon, Trotsky, La Milagrosa, la milla cero que separa Key West de La Habana, un mítico puente que sella el amor.
La pareja nos propone así un peregrinaje no convencional, donde el objeto de veneración se ha apartado del sentido religioso tradicional para reflejar el ideario cultural contemporáneo y el gesto trasvestido de idolatría que supone la sociedad de masas. Procedentes de los confines más disímiles de la tierra, todos tienen en común ese impulso humano que nos lleva al fervor y al misticismo y que contrasta con la vulgarización de la fotografía en nuestros días y del turismo como fenómeno de masas de la era global.
En Peregrinos cada fotografía se hace acompañar de una pequeña urna que a modo de reliquia, altar o memento –y también souvenir- atesora pequeños objetos recogidos en el enclave de veneración. A través de este gesto, el colectivo recrea esta necesidad de amuleto tan intrínseca al rito: el deseo de eternizar el momento congelando el instante furtivo –esa suerte de trance que es el contacto con el mito. Entre las obras presentadas destaca 90 millas. En ella, los artistas han reunido íconos fetiches de la cultura cubana en una suerte de conjuro que procura acercar las dos puntas de tierra y reconciliar la identidad escindida. Solferino es una pieza de belleza sin par. En el puente de Solferino, París, dos amantes se abrazan tras haber sellado su amor eterno con un beso. Un candado se erige único testigo del pacto. Atrás, atados a la verja, vemos el rastro de tantos y tan- tos amantes que han dejado candados firmados. Adosada a la foto, la pequeña urna traslúcida poblada de candados inútiles –despojados del muro- abre nuevas interrogantes en torno a mito, idolatría y souvenir en el mundo contemporáneo.