Camila Ramírez

Museo de la Solidaridad Salvador Allende, Chile

La riqueza está mal repartida en el mundo. Y peor todavía en países que han llevado una política económica de un fanatismo capitalista como Chile. Imaginemos que tenemos una cazuela con comida y cuatro bocas que alimentar. ¿Si ponemos cuatro asas a la cazuela eso conllevará un reparto igualitario de la comida? La artista Camila Ramírez realiza esa mutación para obtener una respuesta; no. Siempre es la misma mano la que se lleva el botín. En otro vídeo vemos una taza con seis asas y en un tercero, una sartén con cuatro asideras. En todos los casos, solo una mano es la que se lleva el contenido. El título de la obra despeja toda duda; “Vencer o morir”. Una didáctica explicación sobre el equivocado reparto de los bienes colectivos, o sobre la irregular disposición de bienes comunes y de vital necesidad, como el alimento y el agua. El vídeo de Ramírez juega con el concepto de la colectividad y la solidaridad con elementos simples y efectistas, como el uso simbólico del color rojo. Una propuesta que fuenciona como epílogo o coda de la propaganda soviética y estadounidense del siglo XX, o una vuelta de tuerca de las mutaciones de Man Ray (Cadeau, 1921), con la diferencia que en la obra de Camila, la intencionalidad no es surrealista o dadaísta, sino claramente social. “Vencer o morir” habla del fin de la utopía como una esperanza tangible en el sistema actual, de la imposibilidad de una solución ingenua por parte de un bienintencionado foro común. Genera una reflexión extrínsea a su realidad cotidiana e intrínseca, ya que ella no solo tiene una postura política comprometida, sino que forma parte de un colectivo artístico. Su trabajo es un reflejo de luchas internas y externas que toda persona se cuestiona, o se debería cuestionar.