Chile Arte Extremo
Corporación Cultural de Las Condes, Santiago de Chile
Integrada por obras de 18 artistas chilenos de gran proyección internacional, esta muestra recoge momentos claves de la escena crítico-experimental surgida a partir de los noventa en Chile. La exposición, que reúne pinturas, murales, fotografías, collages, objetos, instalaciones y videos -algunos nunca antes exhibidos en Chile-, nace del libro homónimo de la periodista Carolina Lara, curadora de la muestra, y de los académicos Guillermo Machuca y Sergio Rojas. Al igual que la publicación, la exhibición presenta a un grupo de artistas que configuran la escena chilena de mediados de los años 90, en plena transición democrática, y que –entrando en los 2000– se encuentran ya insertos en el circuito internacional.
Los artistas que exponen son Mario Navarro, Livia Marín, Francisco Valdés, Ignacio Gumucio, Guillermo Cifuentes, Iván Navarro, Mónica Bengoa, Jorge Cabieses Valdés, Cristián Silva Avaria, Patrick Steeger, Carolina Ruff, Rodrigo Bruna, Claudio Correa, Sebastián Preece, Isidora Correa, Camilo Yáñez, Máximo Corvalán Pincheira y Pablo Ferrer. Esta generación ha estado marcada por la post-dictadura, el neoliberalismo y la globalización, asuntos que se trasladan a la obra de estos artistas mediante operaciones tanto conceptuales como formales, de orientación política o riguroso trabajo manual. En una oscura y pequeña sala, el artista Cristián Silva-Avaria presenta su video- instalación Cacería de Navíos, Primera Parte, un registro de un barco de crucero realizado a bordo de una lancha. El video se muestra en retroproyección, un sistema que, al reducir nuestro campo de visión y proyectar la imagen a escala monumental, genera sensaciones de agobio y vértigo. Asistido por pescadores de la zona, Silva-Avaria se lanza aqui a la caza de estos trasatlánticos, en una suerte de conquista revertida: la obra invierte el deseo de mirar de los invasores (turistas) hacia los invadidos (lugareños). Isidora Correa muestra la serie “ABC / Línea Discontinua”, 24 fotografías en pequeño formato realizadas en 2011. Las imágenes conforman un muestrario de objetos utilitarios de producción industrial y artesanal que han sido diseccionados hasta quedar reducidos a una silueta. Al perder su volumen, pasan de ser objetos escultóricos a dibujos registrados en fotografías. El espectador se ve forzado de este modo a “reconstruir mentalmente el objeto”, a cuestionarse sobre las tensiones generadas entre vacío y contenido, desecho y consumo.